Todos nos hemos desesperado alguna vez porque las cosas no suceden como nosotros queremos y olvidamos que, si queremos que todo vaya bien, debemos sujetarnos a Sus tiempos y no en los nuestros.
Dios no tiene prisa
Un hombre encontró a su amigo, paseándose a grandes zancadas por su oficina, dando visibles muestras de impaciencia.
- ¿Qué te pasa? -le preguntó.
- Me pasa que yo tengo prisa… pero Dios no la tiene- respondió.
Seguramente te ha pasado lo mismo, ¡a todos nos ha pasado que entramos en la desesperación de querer que las cosas sucedan ese momento!.
Sus tiempos son mejores que los nuestros
En ocasiones olvidamos que los planes de Dios para nuestra vida son de bien y queremos que todo suceda como nosotros queremos, en el momento que deseamos. Sin embargo, el Señor tiene Sus tiempos y sabe qué es mejor para nosotros.
Si estás atravesando una situación difícil, si te sientes desanimado o triste, recuerda lo que decía el salmista:
¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios! Nuevamente lo alabaré, ¡mi Salvador y mi Dios!
Salmos 42:11 (NTV)
Pon tu esperanza en Dios y recuerda que Sus planes para tu vida son mejores, sus tiempos son perfectos y que Él puede ver mucho más allá de lo que nosotros lo hacemos y que, aunque algo parezca imposible, todo es posible para Dios.
Deja de preocuparte y empieza a confiar en sus planes, en sus tiempos, y recuerda que si Él te ha prometido algo, así lo hará porque Dios no miente ni se olvida de sus promesas para ti; Él nunca llega tarde.
Oración del día
Padre amado, muchas gracias porque tus planes son de bien para mi vida, gracias porque mi alma puede descansar en ti, sabiendo que tú eres mi esperanza y que, aunque ahora no comprenda las cosas o me impaciente, tus planes para mi vida y tus tiempos son mucho mejores que los míos.
Perdóname si alguna vez me falta la fe, me desanimo o incluso reniego porque no entiendo lo que sucede. Ayuda a mi fe, ayúdame a tener mi confianza y mi vista puestas en ti. En el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
¿En qué oportunidad sentiste que te ganaba la impaciencia y después viste que los tiempos de Dios eran mejores que los tuyos?