Lágrimas de tristeza y dolor corren por nuestras mejillas

Lágrimas de tristeza y dolor corren por nuestras mejillas

Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

Mateo 5:4 (RVR1960).

Cuando las lágrimas de tristeza y dolor corren por nuestras mejillas, sentimos que el mundo se nos viene encima. Es muy probable que hayas experimentado este  sufrimiento; sólo tú y Dios son testigos del llanto que día a día sollozabas en tu habitación.

Pero al leer esta bienaventuranza, ¿a qué consuelo se refiere Dios?

Específicamente en este pasaje, el Señor no se está refiriendo al dolor de alguna enfermedad. Tampoco al llanto por la frustración de algún plan. Analicemos y comprendamos lo que Jesús predica en el sermón del monte.

Recordemos que la primera bienaventuranza se refiere a la pobreza espiritual. Es decir, reconocer que necesitamos de Dios. Como consecuencia de esa carencia espiritual se provoca en nosotros un quebrantamiento producido por los pecados y la maldad cometida. Nos damos cuenta que nuestras acciones han ofendido a Dios y por tal motivo, lágrimas de tristeza y dolor corren por nuestras mejillas. 

Por esa razón en la Biblia dice:

Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.

2 Corintios 7:10 (RVR1960).

Dios comprende que lágrimas de tristeza y dolor brotan de nuestro ser por nuestra condición espiritual, por tal motivo Él nos consuela. Y lo grandioso de su consolación es que el Señor nos perdona, quita nuestra culpa y nos limpia de todo pecado. Cada vez que fallamos a Dios, debe producirse en nosotros un quebrantamiento, de tal manera que al acercarnos a Dios arrepentidos, Él nos consuele con su perdón.

Lágrimas de tristeza y dolor por la maldad del mundo

Hay otro tipo de llanto que nace al comprender que el pecado está llevando cautivo al mundo. Jesús tuvo compasión al ver a la multitud confundida y desamparada. Lamentablemente el pueblo de Israel no le recibió ni aceptó su salvación.

¿Cuántas personas actualmente se encuentran en ese estado? Son muchos los que rechazan a Dios y tristemente desconocen la salvación que encontramos en Él. ¿Nos duele al punto de orar y derramar lágrimas de tristeza y dolor por estas personas?

Cuando el amor de Dios reina en nuestro corazón, somos sensibles al sufrimiento y condición espiritual de los que nos rodean, al punto de tomar acciones a favor de ellos, como ser el de comunicarles las buenas nuevas. Es ahí que recibiremos consolación porque veremos que Dios obrará salvación a través de nuestra vida. 


El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

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. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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