La verdad es que a ninguno nos debe complacer o gustar estar tristes. Entonces, ¿de qué se trata este artículo titulado tristeza de la buena? En nuestra batalla diaria de la carne y el espíritu, son muchos los que se entristecen por dejar cosas de este mundo.
Lamentablemente, hay muchas cosas del mundo que nos pueden encadenar, para algunos son las drogas u otros vicios. Hay otros cuyas cadenas son el exceso de compras y gastos en las tarjetas de crédito que los ahogan y, sin embargo, les puede entristecer no poder comprar todo lo que se les ocurra.
Hay también a quienes les entristecerá dejar la adicción a la pornografía, porque se sentían motivados y era parte de su rutina diaria. Sin embargo, es pecado y el pecado nos aleja de Dios. Somos criaturas de Dios y como tales, no seremos felices si no tenemos una relación con Él.
Pues la clase de tristeza que Dios desea que suframos nos aleja del pecado y trae como resultado salvación. No hay que lamentarse por esa clase de tristeza; pero la tristeza del mundo, a la cual le falta arrepentimiento, resulta en muerte espiritual. 2 Corintios 7:10 (NTV)
Es buena tristeza si nos aleja del pecado y por las razones correctas
Sí, hay tristeza de la buena y es esa que nos aleja del pecado. Necesitamos estar en conexión con nuestro Dios a diario y hacer todo lo que podamos para crecer en esa relación. De lo contrario, tendremos siempre comportamientos que nos alejan de Dios y necesitaremos arrepentirnos.
Si leemos la Biblia veremos que muchos de los hombres de Dios, tenían una relación cercana con Él y llegaron a cometer errores graves, pecados terribles. Sin embargo, lo que más los afectó de haber hecho lo incorrecto, fue el distanciamiento de Dios, por lo cual van a Él con profundo arrepentimiento a pedir ser perdonados.
Nos debe, por tanto, entristecer terriblemente el pecar. Al sentirnos alejados de Dios por la mala decisión, tenemos que arrepentirnos y con humildad ir al Trono de Dios, clamar a Él totalmente rendidos a disculparnos y pedirle que nos perdone y nos ayude.
Esa tristeza que nos produce el arrepentimiento nos debe, por tanto, parecer buena, pues nos lleva de vuelta a Dios. Cuando sabemos que algo nos hace daño, procuramos alejarnos de eso. De la misma manera nos tenemos que alejar del pecado.
Tenemos que correr como hizo José cuando la esposa de Potifar lo tentó. Sin embargo, quien lo tentó, volteó las cosas y él fue injustamente encarcelado. Pero debemos tomar de él el ejemplo de huir, correr del pecado, porque la consecuencia terrible es que nos distancia de Dios.
Es importante que valoremos la posibilidad que tenemos de estar con Dios, tenerlo a nuestro lado y de nuestra parte. Para nosotros, como cristianos, tiene que ser primordial seguir los mandatos de Dios para continuar con Su respaldo. Debe ser algo que atesoramos.
Oración del día
Amado y bendito Dios de mi vida, vengo a darte gracias por el gran amor que siempre me has demostrado. Gracias por esta enseñanza donde puedo entender que debe ser buena la tristeza que sienta cuando haya pecado. Pero más que porque me sienta de poco valor por ello, que me duela porque hace que me aleje de Ti.
Yo sin Ti soy nada mi Dios y me entristece no poder tener esta relación tan hermosa contigo. Mantenme siempre cerca de Ti, ayúdame a vencer las tentaciones y líbrame de todo mal, te lo suplico, en el nombre de Jesús, amén. Gracias.
Aplicación
Cuando has pecado, ¿qué has sentido al hacerlo, tristeza por lo que hiciste, por haber pecado contra Dios o por sentir que no mereces perdón?