Compartir a Jesús es nuestra misión en la Tierra. Como cristianos debemos hablar de nuestra fe y demostrarlo a través de nuestras acciones para que otros también puedan ser salvos.
Para evangelizar podemos utilizar versículos bíblicos que hablan acerca del pecado, la esperanza de salvación y el perdón de Dios. Estos son algunos textos bíblicos que nos ayudan a explicar la necesidad que tenemos de Jesús y cómo Él nos ofrece salvación y vida eterna:
Versículos bíblicos para evangelizar
Tengo que admitir que soy malo de nacimiento, y que desde antes de nacer ya era un pecador.
Salmos 51:5 (TLA)
¡Él fue herido y maltratado por los pecados nuestros! ¡Se le castigó para que nosotros tuviéramos paz, lo azotaron y nosotros fuimos sanados por su sufrimiento!
Isaías 53:5 (NBV)
Pero las maldades cometidas por ustedes han levantado una barrera entre ustedes y Dios; sus pecados han hecho que él se cubra la cara y que no los quiera oír.
Isaías 59:2 (DHH)
Luego dijo Jesús: “Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso”.
Mateo 11:28 (NTV)
Si ustedes no cambian su manera de vivir ni obedecen a Dios, de seguro morirán.
Lucas 13:3 (TLA)
Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo único para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
Juan 3:16-17 (PDT)
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Juan 3:3 (RVR1960)
Los que creen en el Hijo de Dios tienen vida eterna. Los que no obedecen al Hijo nunca tendrán vida eterna, sino que permanecen bajo la ira del juicio de Dios.
Juan 3:36 (NTV)
¡Sólo en Jesús hay salvación! No hay otro nombre en este mundo por el cual los seres humanos podamos ser salvos.
Hechos 4:12 (PDT)
La Biblia nos lo dice:
Nadie es justo. Nadie entiende nada, ni quiere buscar a Dios. Todos se han alejado de él; todos se han vuelto malos. Nadie, absolutamente nadie, quiere hacer lo bueno.
Romanos 3:10-12 (TLA)
Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios. Sin embargo, Dios nos declara justos gratuita y bondadosamente por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados.
Romanos 3:23-24 (NTV)
Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.
Romanos 5:8 (NTV)
Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.
Romanos 6:23 (NTV)
Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.
Romanos 10:9 (RVC)
Pues la Biblia también dice: “Dios salvará a los que lo reconozcan como su Dios.”
Romanos 10:13 (TLA)
Ustedes han sido salvados porque aceptaron el amor de Dios. Ninguno de ustedes se ganó la salvación, sino que Dios se la regaló. La salvación de ustedes no es el resultado de sus propios esfuerzos. Por eso nadie puede sentirse orgulloso.
Efesios 2:8-9 (TLA)
Ahora que estamos unidos a Cristo, somos una nueva creación. Dios ya no tiene en cuenta nuestra antigua manera de vivir, sino que nos ha hecho comenzar una vida nueva. Y todo esto viene de Dios. Antes éramos sus enemigos, pero ahora, por medio de Cristo, hemos llegado a ser sus amigos, y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos.
2 Corintios 5:17-19 (TLA)
Cristo nunca pecó. Pero Dios lo trató como si hubiera pecado, para declararnos inocentes por medio de Cristo.
2 Corintios 5:21 (TLA)
Todo aquel que niega al Hijo tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo tiene también al Padre.
1 Juan 2:23 (RVA-2015)
El verdadero amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo, para que nosotros fuéramos perdonados por medio de su sacrificio.
1 Juan 4:10 (TLA)
El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
1 Juan 5:12 (RVA-2015)
¿No ves que estoy llamando a la puerta? Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré en su compañía.
Apocalipsis 3:20 (BLPH)
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El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.