Aunque parece un juego de palabras, hablamos seriamente. La crítica importancia de la crítica social es la constatación de algo imprescindible y necesario. Es muy difícil hacer crítica social en 280 caracteres. Pocas personas tienen la habilidad de construir sentido inteligente en tan poco espacio. Por eso, a la mayoría le sale más fácil insultar, ironizar o reírse de las situaciones que vive la sociedad.
La crítica social muestra el contraste entre lo que es y lo que debería ser cuando hay crisis, injusticia y destrucción. Es un llamado de atención, principalmente a los responsables. Interpela a gobernantes, legisladores, jueces, fuerzas económicas y otros espacios de la cultura. Advierte sobre las consecuencias que seguramente vendrán si no hay cambios. Y al mismo tiempo, responsablemente, propone ideas.
¿Cómo es la crítica social responsable?
Enfatizo responsable. Hay mucha gente que insulta, maldice y reclama livianamente, escondida en la masa informe de la red social. Eso no es crítica social. Escritores, intelectuales, artistas visuales, líderes sociales, investigadores de los llamados think tanks (estanques de pensamiento), entre otros, reflexionan en serio sobre la actualidad. Son personas apasionadas por la justicia social, pero tienen la serenidad de profundizar en los análisis y ofrecer ideas, caminos posibles.
Cuando la crisis se torna estallido social ya no hay mucho lugar para el análisis temperado. En ese punto, el gobierno, las fuerzas políticas y económicas están bajo obligación de resolver con urgencia; pero la urgencia no siempre ilumina bien, por más que calme las aguas. Se toman medidas apresuradas, se ponen “paños fríos”, pero los resultados a menudo son peores o abonan el camino para nuevos problemas.
¿Por qué la importancia de la crítica social?
El poder y el dinero necesitan controles y balances. Cuando se les deja sin control raramente contribuyen al bienestar de toda la comunidad. Alguna vez dijimos aquí que el eje del mal se articula entre poder y dinero; obviamente nos referimos a cuando son usados sin compasión. La ley y la condena social deben ser sus límites.
Pero no siempre es así. Los gobiernos y los poderes económicos manejan la propaganda imprescindible para legitimarse. Los gobernantes traspasan los límites de la democracia y se tornan autoritarios. El poder económico se refugia en los resquicios de la ley para obtener el máximo beneficio con el menor gasto
Por eso, la academia, el arte, las organizaciones de trabajadores, estudiantes y grupos de base son llamados a hacer una crítica social informada, seria, constante y asertiva, siempre. Ese es el camino para evitar la destrucción social y, eventualmente, el derramamiento de sangre.
El poder y el dinero deben sentir esa presión continuamente porque, ya dijimos, dejados a su antojo van a abusar de su posición. Por eso en estos días es tan crítica la importancia de la crítica social.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.