Si todos fuéramos iguales, sería muy aburrido, ¿no te parece? Por eso, hoy te invitamos a celebrar las diferencias. En lugar de estar quejándote o criticando a otros por ser distintos a ti, tener otras costumbres y pensar diferente, celébralos. Hagamos un esfuerzo y tratemos de celebrar las diferencias.
Reconocer y aceptar que todos somos diferentes nos debe dar un trato más amable para con todos. Buscando ser la mejor versión de nosotros mismos, esto debe ser primordial en nuestra vida. Tratemos por todos nuestros medios de celebrar las diferencias porque nos hacen mejores.
De la misma manera que tenemos cada uno una huella digital totalmente distinta a los demás, así, todos somos diferentes. Respetar nuestras diferencias nos hace contribuir con un mejor mundo. Hagamos contagioso el tratar de celebrar nuestras diferencias.
Hagamos el propósito de no hacer una crítica o juzgar a nadie por un mes. Es probable que nos acostumbremos. Como dicen muchos: «si no tienes nada bueno qué decir, mejor no digas nada». Pero más allá de ese dicho, proponte siempre decir algo bueno. Así, tratando de celebrar las diferencias, lo haremos costumbre.
Respetar y celebrar las diferencias hace todo mejor
Tener una actitud de aceptación de las diferencias es necesario. Más aún cuando entendemos que luchar por las diferencias o por querer imponer un criterio es lo que ha producido guerras. Tratemos de destacarnos por celebrar nuestras diferencias.
Todos no tienen tu criterio acerca de la higiene y la limpieza. Muchos tienen un trato para con otros diferente al tuyo. Hay quienes piensan distinto con respecto a muchos temas. Pero podemos vivir en armonía y en paz si aprendemos o al menos tratamos de respetarnos y celebramos las diferencias.
A todos nos pueden parecer nuestras maneras mejores que las de otros. Pero eso es orgullo que no lleva a nada bueno. Tus maneras funcionan para ti. Las maneras de otros funcionan para ellos. Respetemos esas diferencias y aprendamos a celebrarlas.
Es una manera de aprender a admirar en otros lo que es distinto. Normalmente lo que se da es que lo criticamos. Necesitamos aprender a no hacer eso. Va a ser una lucha con nosotros mismos, pero si nos lo proponemos lo lograremos. Es sencillo. No critiques más. Tratemos de buscar el encanto en las diferencias y las celebramos.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.