En el segmento Viernes de terapia en Uno nunca sabe junto a la licenciada Débora Pedace tratamos un tema que puede ser de mucha ayuda: Cómo bailar en medio del dolor.
Es algo real, todos en algún momento de la vida seremos proclives a desarrollar sentimientos de tristeza o ansiedad a causa de situaciones externas o internas que nos hacen tambalear. Lo cierto es que algunas personas logran convertir sus debilidades en sus fortalezas más profundas, mientras que otros permanecen hundidos en el dolor sin poder encontrar una salida.
«Si la vida te da limones, haz limonada»
Esta frase hace referencia justamente a levantarnos en medio de la adversidad logrando sacar de cada situación difícil que hemos vivido algún aprendizaje y así, convertir el dolor en experiencia, la experiencia en aprendizaje y el aprendizaje en resiliencia. Nadie dijo que fuera sencillo y nadie ha sentido el dolor como tú lo has sentido. Lo llamativo es que el recorrido hacia la resiliencia (poder ponernos de pie ilesos cuando el dolor nos tumba) es similar para todos.
La forma en la que cada persona experimenta el dolor es singular y subjetiva, esto significa que ninguna persona puede realmente sentir como uno siente, aunque la situación sea la misma, cada uno lo experimentará según sus propios recursos. Lo que deseamos es que, a partir de hoy, podamos aprender a levantarnos, incluso cuando más derrotados nos sentimos.
Cómo bailar en medio del dolor
Cada caso requiere de una atención especial, pero se considera que hay ciertas herramientas a las que nos gusta llamar universales, que pudieran ayudarte para comenzar este proceso.
- En primer lugar, habla del tema con alguien. El solo hecho de ponerlo en palabras te aliviará la carga que llevas, elige una persona que actúe como rescatista, que sepa darte buenos y sabios consejos y que te sepa escuchar.
- En segundo lugar, es clave que aprendas a cambiar la perspectiva de la situación, que puedas correr el foco de lo negativo de la situación y visualices lo que podes aprender de ella.
- En tercer lugar, practicar la gratitud como una filosofía en tu vida, te va a permitir ver las cosas que si alcanzaste y tienes hoy delante de ti. El ser agradecidos es una manera garantizada de convertir limones en una deliciosa limonada y, como ya hemos visto, el espíritu agradecido beneficia todo nuestro sistema inmune levantando defensas tanto emocionales como físicas.
- Por último, deja las comparaciones y el pensamiento pesimista. Cuando uno atraviesa una situación dolorosa es normal centrarnos en lo negativo y tendemos a compararnos con otros o con situaciones que hubiéramos deseado. En este punto es fundamental que regules tus pensamientos y los dirijas hacia un fin correcto.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.