En la vida nos encontraremos en muchas situaciones donde nos preguntaremos cómo podemos responder a la falta de respeto. Uno de los valores más importantes sobre el que debemos aprender es el opuesto: el respeto; es valorar a las personas, a la naturaleza, a las cosas.
Cada persona, lugar, evento, tiene su valor, sus normas y leyes. Y aunque es posible que no conozcamos las normas individuales, a las que también solemos llamar manías, las debemos respetar. En la medida que lo hagamos, podemos responder de mejor manera a la falta de respeto. Teniendo en cuenta que nadie debe juzgar y que cada persona es un universo lograremos respetar aunque no compartamos sus ideas.
El respeto es un valor que se debe inculcar desde niños. De hecho, sabemos que el temor de Dios del que se habla en la Biblia se refiere justo a un respeto total, sin desviación. No a un temor de miedo. Un respeto similar debemos mostrar por autoridades, por lugares, por seres vivos y por nuestros semejantes.
Hay maneras amables de responder a la falta de respeto
Aunque se nos puede hacer difícil, podemos practicar responder amablemente ante una falta de respeto. Si respiramos, pensamos lo que vamos a decir, sonreímos y luego hablamos, puede que logremos responder calmadamente. Eso es estar en control, y puede que pacifique a la persona que está alterada. Es una excelente forma de responder a la falta de respeto.
Podemos orar pidiendo a Dios ese amor con el que siempre respondió Jesús ante las más terribles humillaciones. Practicar la amabilidad y contenernos, nos hace estar en control y nos hace más fuertes. Podemos lograrlo. Es cuestión de práctica. Busquemos maneras de responder al irrespeto. Si te interesó este tema, puedes escuchar el podcast a continuación.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
2 respuestas
Excelente gracias por compartirlo Elluz
Gracias a ti por leerlo y por comentar. Dios te bendiga. Me alegra mucho que te haya gustado.