En ninguna parte de la Biblia encontramos que haya una prohibición específica que diga: «No abortarás»; sin embargo, la falta de esa especificación no significa que la Palabra de Dios no tenga nada qué decir sobre el tema.
La Biblia aborda cuestiones como la vida, la muerte y el respeto a las personas, y es de allí que podemos entender la postura bíblicos referente al aborto.
¿Qué dice la Biblia acerca del aborto?
A Dios le importa la vida desde antes del nacimiento
Dios mío, tú fuiste quien me formó en el vientre de mi madre. Tú fuiste quien formó cada parte de mi cuerpo.
Salmos 139:13 (TLA)
Dios, quien es todopoderoso y lo sabe todo, conoce a cada persona incluso antes de su nacimiento. Pasajes como Jeremías 1:4-5, Isaías 49:1 y Salmos 139, nos hablan del cuidado especial que tiene nuestro Creador por la vida que se forma. Además, otros versículos muestran que Dios tiene un plan especial para sus hijos, inclusive antes de que hayan nacido (Gálatas 1:15; Lucas 1:41).
Esto nos da la idea de que Dios no se preocupa por nosotros, como Su creación, desde que nacemos, sino desde que somos concebidos. Él está presente en cada parte del proceso de la concepción y forma nuestro cuerpo desde ese entonces; por lo tanto, aunque el acto de la reproducción se da a partir de los seres humanos, quien otorga vida es Dios (Hechos 17:24-25).
Dios condena el asesinato de vidas inocentes
Además del famoso mandamiento «No matarás» (Éxodo 20:13), hay otros pasajes que nos recuerdan que Dios rechaza categóricamente el asesinato, uno de ellos es:
Seis cosas aborrece el Señor, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente…
Proverbios 6:16-17 (RVA-2015)
Un bebé no nacido no tiene la capacidad de defenderse y es una víctima inocente; por lo que su muerte provocada constituye un asesinato que Dios aborrece. Ahora, esto tampoco implica que Dios apruebe el asesinato de personas culpables, sino que cualquier crimen de este tipo es abominable a sus ojos (Génesis 9:6).
Por otra parte, es importante aclarar que, si bien Él odia el asesinato en todas sus formas, eso no implica que odie a quien lo comete. Dios envió a su Hijo Jesús para morir por los pecados de todos, sin excepción, y eso incluye a las personas que han estado involucradas en el procedimiento del aborto, sin importar su rol.
Además, Jesús nos enseñó que debemos amar a nuestro prójimo, independientemente de las decisiones que tomen en la vida; es decir que nuestro deber no es criticar ni señalar, ese rol le compete únicamente a Dios, y es Él quien juzgará a cada uno según sus hechos.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.