Muchas veces nos sujetamos de cosas, personas, creencias o circunstancias que no nos llevarán a ninguna parte. Pero tememos soltarlas porque de alguna forma, aunque sean malas, ya son conocidas para nosotros, aun cuando podemos aferrarnos de algo mucho mejor.
¡Sujétate de la soga!
Un predicador contaba haber sido testigo del salvamento de un náufrago que era arrastrado por las aguas de un río; quien dándose modos logró finalmente sujetarse de una débil rama.
Cuando acudieron sus salvadores le arrojaron una cuerda para poder ayudarlo. Sin embargo el hombre no quería soltar la rama que hasta ese momento lo había sostenido.
- ¡Suelta la rama, la cuerda es suficiente para sacarte a flote! – le gritaron desde la orilla.
Por fin el hombre, con mucho temor, soltó la rama y vio con sorpresa que en lugar de hundirse, la cuerda arrastrada por brazos vigorosos, no solamente lo mantenía a flote, sino que lo llevaba al lugar donde se hallaban sus rescatistas dispuestos a brindarle todos los auxilios.
Aférrate a algo mucho mejor
No importa en qué área de tu vida estés enfrentando pruebas, si estás agarrándote de una débil rama, que puede ser cualquier cosa, creencia, persona, etc., es hora que la sueltes y te aferres a algo mucho mejor.
Todo en esta vida cambia, nada es eterno y, por eso mismo, nuestra mirada y fe no debe estar en algo pasajero, sino en Aquel nunca cambia, que lo sabe todo y es Todopoderoso, en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe.
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Hebreos 12:2 (RVR1960)
No hay nada ni nadie que pueda brindarnos salvación, ni que pueda guardar nuestras vidas como el Señor.
El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador; mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi lugar seguro.
Salmos 18:2 (NTV)
Si te estás sujetando de una débil rama, es hora de que la sueltes y te aferres al único que puede salvarte y brindarte la ayuda que necesitas.
Oración del día
Amado Señor, vengo ante ti para pedirte perdón por las veces que he puesto mi confianza en las cosas materiales o en las personas. Quiero poner mi confianza entera en Ti, en tus promesas. Gracias por ser siempre el mismo, por permanecer fiel y amarme de tal manera que no escatimaste a tu Único Hijo. Ayúdame a serte fiel siempre. En el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
¿Cuáles son las cosas o personas a las que te aferras en medio de las circunstancias? ¿A quién acudes cuando las cosas no van bien?
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.