Han oído la ley que dice: “Ama a tu prójimo” y odia a tu enemigo. Pero yo digo: ¡ama a tus enemigos!.. Mateo 5:43,44 (NTV)
Destruyendo a los enemigos con amor
Cuentan que cierto emperador chino, cuando le avisaron que en una de las provincias de su imperio había una insurrección, dijo a los ministros de su gobierno y a los jefes militares que lo rodeaban:
- Vamos, síganme. Pronto destruiré a mis enemigos.
Cuando el emperador y sus tropas llegaron a donde estaban los rebeldes, el rey trató afablemente a éstos, quienes, por gratitud, se sometieron a él nuevamente.
Todos los que formaban el séquito del emperador pensaron que él ordenaría la inmediata ejecución de aquellos que se había sublevado contra él; pero se sorprendieron en gran manera al ver que el soberano trataba humanitariamente y hasta con cariño a quienes habían sido rebeldes.
Entonces, el primer ministro preguntó con enojo al emperador:
- ¿De esta manera cumple vuestra Excelencia su promesa? Dijo que veníamos a destruir a sus enemigos y sin embargo, los ha perdonado a todos, y a muchos hasta con cariño los ha tratado.
El emperador, con actitud magnánima, dijo:
- Les prometí destruir a mis enemigos; y todos ustedes ven que ya nadie es enemigo mío: a todos los he hecho mis amigos.
Puede ser muy difícil pero, ¡ama a tus enemigos!
Tenemos que admitir que en la mayor parte de las oportunidades, cuando alguien nos hace daño, lejos de amarlo, deseamos vengarnos. La ley del amor no es lo primero en lo que pensamos, sino que queremos retribuir los que nos hicieron aplicando la ley del Talión.
Sin embargo, Jesús, en Mateo 5: 43 – 48 extiende el mandamiento de amar al prójimo y nos pide que también amemos a nuestros enemigos y que oremos por quienes nos persiguen.
Puede parecer una locura pero si leemos el texto completo nos dice que debemos parecernos a nuestro Padre que hace salir el sol tanto para buenos y malos y envía lluvia sobre justos e injustos; y así como él no hace diferencia, nosotros tampoco debemos hacerla y debemos amar no solo a quienes nos aman, sino a todos por igual.
Amar a nuestros enemigos es de las tareas más difíciles que se nos pide, sin embargo, si decimos ser seguidores del Maestro y buscamos ser cada día más parecidos a Jesús, es algo que debemos hacer.
Recuerda que, a través del amor, podemos reflejar a Jesús y muchas vidas pueden cambiar. Empieza mostrando el amor de Jesús a tus vecinos, compañeros de trabajo, a quienes tienes cerca; transformar una vida a la vez es la mejor manera de cambiar una comunidad, una ciudad o hasta un país.
Oración del día
Padre amado, perdóname por las veces que me he negado a cumplir este mandamiento, por las ocasiones en las que me he dejado llevar por mis emociones, por el enojo o la frustración. Te pido en este día que me ayudes a amar a mis enemigos, que pongas de tu amor en mi corazón. Solamente con tu ayuda seré capaz de amar como tu amas. En el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
¿Cómo puedes amar a tus enemigos cuando no sientes hacerlo?