Cuando nacemos somos tan dependientes para todo. Y si no maduramos seguiremos siendo dependientes de cosas o personas de este mundo para sobrevivir. A algunos se les hace más doloroso el proceso de crecer porque siguen siendo orugas queriendo volar.
Cuando vemos una de las maravillosas creaciones de Dios como la mariposa, podemos entender mejor el título de este devocional. Las orugas, los gusanos de la seda, tienen que crecer porque han sido huevos que han dejado en la parte inferior de las hojas de las plantas.
Cuando la oruga termina de crecer, debe formar una pupa, a la que llamamos crisálida, donde surge la metamorfosis. Nosotros somos orugas, nacemos indefensos, necesitamos de la transformación, aunque pueda ser dolorosa, para llegar a la eternidad con Dios.
No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta. Romanos 12:2 (NTV)
La palabra griega original para ‘transformarse” es metamorphóo, de donde viene la palabra que describe la metamorfosis en creaciones animales como la de las orugas cuando se transforman en mariposa.
Es en esa eternidad donde seremos libres de toda dependencia de este mundo, de toda necesidad material y de toda adicción. Estaremos en un lugar cual mariposas, donde no hay enfermedades, dolor ni muerte.
Pero vivimos queriendo volar y no hemos sido transformados
Así como la inmediatez con la que vivimos, quisiéramos que cuando nos hacemos cristianos todo nos salga perfecto. Pensamos en fantasías en nuestra mente, y sí es muy cierto que Dios nos protege de muchas cosas, pero hay procesos que cada alma necesita atravesar para llegar a ser la mariposa que Dios tiene en mente.
Todos venimos a esta vida con un propósito. A algunos se les hacen más fáciles algunas cosas y a otros, se les dan otras. Pero jamás debemos olvidar el valor que tenemos para Dios. Somos una obra maestra Suya y nunca nos abandonará ni nos dejará pasar vergüenza.
«Todo el que confíe en él jamás será avergonzado».No hay diferencia entre los judíos y los gentiles en ese sentido. Ambos tienen al mismo Señor, quien da con generosidad a todos los que lo invocan. Pues «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo» Romanos 10:11-15 (NTV)
Lo cierto es que ninguna oruga permanece oruga. Algunas sí se transforman en polillas, otras en mariposas. Nuestra existencia es similar. Todos venimos al mundo, pero vamos siendo transformados. Dios quiere que alcancemos nuestro mayor potencial.
No todos llegamos a conocer nuestro propósito, pero podemos llegar a conocerlo si nos acercamos cada vez más a Dios. Podemos elegir no transformarnos, pero también podemos escoger madurar y convertirnos en la obra maestra que Dios tuvo en mente al crearnos y darnos esta vida. Nos toca decidir.
Oración del día
Bendito y amado creador de todo, gracias por la vida que me has dado. Mi Señor, que pueda yo ser transformado en la obra maestra en la que Tú deseas que yo me convierta. Que pueda yo seguir tu voluntad para mí en esta vida y guie siempre a otros hacia Ti. Que consiga yo mi propósito y lo cumpla para sentir que he podido llegar a hacerte feliz de verme, de ver en aquello en lo que me he transformado.
Te pido que por favor siempre me dirijas, me guíes y me protejas. Solo contigo podré llegar al potencial que Tú estimaste para mí. Gracias Señor mi Dios, en el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
¿Cuáles son aquellos procesos por los que has pasado y que sientes que te han ayudado a ser mejor persona?