Somos una creación maravillosa de Dios y hemos logrado avances extraordinarios para la humanidad. Sin embargo, no debemos olvidar nunca que todo se lo debemos a Él, a nuestro Dios, nuestro creador que nos ha dado todo.
El Señor es mi fuerza y mi canción; él me ha dado la victoria. Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, ¡y lo exaltaré! Éxodo 15:2 (NTV)
Cuando vencemos es Él quien nos da la victoria. Y ya sabemos cuánto nos ama, por eso debemos alabarlo en todo momento, por eso debemos adorarlo con todo nuestro ser. Que podamos fortalecer cada día nuestra fe y crezcamos en nuestra relación con Dios.
La dependencia de Dios es llevar un camino de fe, esperanza y confianza. Es la mejor manera de vivir una vida plena y significativa que nos traiga paz, nos dé propósito y nos permita disfrutar de la esperanza en esa eternidad al morir.
Dependiendo de Su poder sin ser insensatos
Depender de Dios y Su poder no significa que actuemos con insensatez. No es manejar el auto con los ojos cerrados porque Dios nos protegerá. La idea de depender de Él no tiene nada que ver con ponerlo a prueba.
Es Dios quien nos da la sabiduría y nos podemos comunicar con Él en oración y leyendo Su Palabra, la Biblia. Acudir a Dios en oración es depender de Él y le debemos consultar todo, presentarle nuestras peticiones, proyectos y anhelos.
La Biblia nos instruye con ejemplos, historias y promesas que nos enriquecen espiritualmente. Es una guía que Dios nos dejó y la debemos estudiar, consultar y honrarla como tal.
Necesitamos permanecer en Cristo siempre. La vida cristiana no es una cita de vez en cuando con Dios, es hacer del tiempo con Él la prioridad de cada uno de nuestros días. Es recordar que lo invitamos a nuestro corazón y, por tanto, Él vive allí y podemos hablarle siempre.
Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí. Juan 15:4 (NTV)
Pongámonos cada día en manos de Dios, sabiendo que vivimos bajo Su protección, haciendo siempre lo correcto. Escogiendo siempre el mejor camino, la mejor compañía y las acciones apropiadas como hijos de Dios que somos.
Oración del día
Mi Dios amado, gracias por ser tan bueno conmigo. Gracias por haberme creado, por los dones y talentos que me has dado. Señor, que yo siempre pueda depender de Ti con agradecimiento y humildad.
Que vea Tu hacer en mi vida y nunca deje de darte prioridad, que siempre dedique tiempo a conversar contigo y consultarte mis cosas, que lea yo a diario Tu Palabra para saber Tus respuestas a mis preguntas.
Gracias por todo tu amor y bondad, que yo siempre dependa de Ti Padre querido. En el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
Cuéntanos de alguna vez que hayas retado a Dios a hacer algo en lugar de creerle con fe, dependiendo totalmente de Su poder.