Una de las cosas con las que más tenemos dificultad cada día es con esperar, sobre todo si nos piden esperar con paciencia que Dios actúe. Con la inmediatez con la que vivimos, con los micro ondas para calentar las comidas y la comunicación inmediata con cámaras y todo, nos cuesta mucho esperar.
Y olvidamos que cuando pedimos algo a Dios, no es una orden, es una petición. Y debe ser de acuerdo con Su voluntad. Él decide si la otorga o no. Por tanto, necesitamos aprender a esperar con paciencia que Dios actúe. Porque además, ya debemos saber que cuando tomamos las cosas en nuestras manos, las dañamos.
Pensar que si Dios no responde nosotros debemos actuar es muy delicado. Si bien es cierto que debemos ejercer una fe activa, esto no quiere decir que forcemos las cosas si vemos que Dios se ha opuesto a que salgan. Nos conviene aprender a esperar con paciencia a que Dios actúe.
Quédate quieto en la presencia del Señor, y espera con paciencia a que él actúe. No te inquietes por la gente mala que prospera, ni te preocupes por sus perversas maquinaciones. Salmos 37:7 (NTV)
Por otra parte, no debemos compararnos con otros ni desear lo que otros han logrado. En alguna parte leí que solo debemos tratar de superarnos a nosotros mismos cada día y me parece una excelente idea. Por tanto, pidamos a Dios que nos ayude a esperar con paciencia.
Nunca sabremos con cuánta paciencia tuvieron que esperar quienes han prosperado
Es posible que las personas más prósperas que vemos hayan pasado por luchas o sencillamente tienen otras condiciones de vida. El hecho de que sean más prósperos que tú, no les hace más importantes o felices. Es probable que hayan tenido que esperar con paciencia a que Dios actuara. Tal vez no tengan a Dios en sus vidas y eso es algo que no debes desear.
Tener a Dios en nuestra vida, saber de Su existencia y creer en Él es el mensaje de esperanza que podemos dar. Es la mejor manera de vivir y por ello no debemos desear lo que otros tengan, o sentirnos menos por carecer de ciertas cosas. Tenemos lo que más necesitamos y con Él nos debe bastar.
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 2 Corintios 12:9 (RVR 1960)
Es normal que nos cueste esperar, pero con honestidad te digo, que nos sale todo mejor, esperando con paciencia que Dios actúe en nuestras vidas. Tener una relación estrecha con Él, poniéndolo como prioridad a diario, orando, leyendo la Palabra y haciendo obras de bondad para otros, es nuestro deber.
Y lo consideramos así, porque Él nos ha demostrado tanto amor que no merecemos. Tanto, que envió a Su único Hijo a ser la paga por nuestros pecados. Dio Su vida por nosotros para que podamos pasar la eternidad a Su lado. Así que obremos para Él y esperemos en Él.
Oración del día
Mi Dios bendito, gracias por todo Tu amor mi Señor. Perdóname si me impaciento y quiero que Tú hagas las cosas que te pido con la inmediatez de esta vida. Me pongo en Tus preciosas manos mi Rey amado y te pido que obres en mi vida siempre, de acuerdo a Tu voluntad. Gracias de nuevo por Tu amor, en el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
¿Qué haces cuando empiezas a desesperarte durante la espera de una respuesta de Dios?