Cuánto dolor puede trae el pecado a nuestra vida, y más cuando nos negamos a arrepentirnos y ponernos a cuentas con Dios. Ahí, llegamos a creer que Él no oirá nuestro ruego;sin embargo, es ahí donde de su misericordia y perdón son más evidentes.
David expermimentó gran dolor y pesar, a causa del pecado, pero buscó a Dios:
Me he consumido a fuerza de gemir; Todas las noches inundo de llanto mi lecho, Riego mi cama con mis lágrimas. Mis ojos están gastados de sufrir; Se han envejecido a causa de todos mis angustiadores. Salmos 6:6-7 (NTV)
Al principio de este Salmo, David suplica que no sea reprendido en enojo, y pide de Su misericordia. Él estaba arrepentido y la dificultad de las pruebas que atravesaba le llevó a buscar la misericordia de Dios.
¿Recibió lo que buscaba? Sí, el Señor escuchó su oración.
Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad; Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.Jehová ha oído mi ruego; Ha recibido Jehová mi oración. Salmos 6:8-9 (NTV)
No dudes que oirá tu ruego
Si dudamos que Dios oirá nuestro ruego levantamos una barrera hacia Su gracia y perdón. Quitemos todo obstáculo confiando en Su misericordia y porque realmente necesitamos de su presencia en nuestra vida.
No hay nada que pueda reemplazar la paz que Dios nos da cuando estamos a cuentas con Él y cuando su presencia va sanando nuestro corazón angustiado y dolido.
¡Acerquémonos a nuestro Padre confiando que oirá nuestro ruego!
Oración del día
Dios bueno, oye mi oración porque estoy arrepentido de mis pecados, límpiame de toda maldad, en el nombre de Jesús. Gracias por tu misericordia y compasión, tu ves el dolor que estoy pasando por esta prueba y pongo mi esperanza en ti, para que me des paz y victoria. Amén.
Aplicación
¿Cómo puedes estar seguro de que Dios ha oído tu ruego?