Cuando nos trasladamos a una nueva casa empezamos quitando lo inservible, es decir «lo que está demás». Dejamos en la basura aquellas cosas que no usamos y no queremos en nuestro nuevo hogar; así mismo, deberíamos preparar el corazón para este año que inicia.
Jacob quitó lo inservible
Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos. Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado.
Genesis 35:2-3 (RVR 1960)
Cuando Jacob regreso a la tierra de sus padres para tomar posesión, hizo algo prioritario. Sabía que Dios los había acompañado en el trayecto de su camino, por lo que quiso empezar bien su nueva etapa; así que decidió quitar lo inservible, que eran los dioses y la suciedad. El siguiente paso fue llevar a su gente a adorar al Señor.
Es decir, primero limpió su corazón y motivó a que todo el pueblo hiciera lo mismo; después, cuando ya estaban listos, los llevó a alabar a Dios. No había algo que impidiera que ellos se acercaran al Padre, porque dejaron el pecado y el pasado atrás.
Empecemos de nuevo
Si este nuevo año deseas empezar bien, si quieres que Dios te acompañe y te llene de bendiciones, es esencial que primero «quites lo inservible y sucio de tu vida». Así como el pueblo de Israel.
Te animo a soltar el pecado, las cosas malas y decisiones equivocadas que te apartan del Señor. Es tiempo de quitar lo inservible de nuestras vidas, dejemos el pasado atrás y empecemos de nuevo, que este año sea de abundante paz, gozo y bendición, con Dios de nuestro lado.
Después de dar estos pasos, empieza a adorar al Señor. Él te escuchará y se alegrará al verte, porque nada impedirá que puedas estar en su presencia, este lugar dónde existe plenitud de gozo.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.