Hay épocas en la vida en que parece que los problemas no tienen fin; sin embargo, las aflicciones no son eternas. Aunque parecen durar más de lo que podemos resistir tienen un final.
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
Romanos 8:18 (RVR 1960)
El Apóstol Pablo, vivió en carne propia las angustias que vivimos hoy en día, y quizás mucho más de lo que podemos imaginar. A pesar de ello, consideraba que la gloria venidera, la que Dios nos prometió, sobrepasa a las aflicciones presentes.
Con esa misma seguridad debemos enfrentar lo que estemos atravesando, ¡todo esto no se compara con lo que Dios está preparando para mí!
Las aflicciones no son eternas, Dios sí
La eternidad le pertenece a Dios, y como sus hijos participaremos de ella. En esa eternidad no habrá más llanto ni dolor, nos asegura la Palabra.
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Apocalipsis 21:4 (RVR 1960)
Este mundo pasará y sus aflicciones también, resistamos con paciencia toda tempestad, porque no estamos solos. Dios es nuestro Padre y no nos desamparará, nos dará fortaleza, dirección, fe y suplirá toda necesidad.
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Romanos 8:35 (RVR 1960)
Oración del día
Padre bueno, gracias por sostenerme en los tiempos difíciles que me toca pasar, porque a pesar de las aflicciones mantengo la esperanza de un mejor mañana a lado tuyo.
Ayúdame a no desmayar y a agarrarme firmemente de tu mano para atravesar esta aflicción. Gracias por fortalecerme y por darme la dirección que necesito, en el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
Si estás pasando por alguna aflicción, recuerda que Dios es tu Padre y que no estás solo. También compártenos tus necesidades para orar por ti.