¿Recuerdas aquel día en el que le prometiste a Dios amarlo con todo tu ser? Dios recuerda esas palabras, ese momento exacto donde prometiste amarlo, esos tiempos felices donde lo buscabas con todo tu corazón, ese tiempo que pasabas a lado de Él sin importar la hora. Pero, podrías estar olvidando a Dios.
Israel, un pueblo que se olvidó de Dios
La relación del pueblo de Israel con Dios era especial porque cualquiera que intentaba hacer daño a Israel, sufría consecuencias. Pero, lastimosamente, Israel abandonó a Dios y se fueron tras ídolos, pensando que la vida sería mejor y terminaron en la ruina.
Sin embargo, a pesar de que Israel se olvidó de Dios, Él hace una petición a su pueblo por medio del profeta Jeremías, trayendo a la memoria su relación en el pasado, esa relación maravillosa que había entre Dios y el pueblo de Israel.
Dios me dijo: «Jeremías, ve y diles de mi parte a todos los habitantes de Jerusalén: “Yo recuerdo, pueblo de Israel, que en tus primeros años me amabas sólo a mí. Parecías una novia enamorada y me seguiste por el desierto, por tierras donde nada crece. Tú eras sólo mía; ¡fuiste mi primer amor! Si alguien te hacía algún daño, sufría las consecuencias. Te juro que así fue”.
Jeremías 2:1-3 (TLA)
Dios preguntó a su pueblo qué cosas malas habían encontrado en Él para alejarse de su presencia e irse tras cosas vanas.
«¿Qué mal encontraron en mí sus antepasados que los llevó a alejarse tanto de mi lado? Rindieron culto a ídolos inútiles y ellos mismos se volvieron inútiles. No preguntaron: “¿Dónde está el Señor que nos sacó a salvo de Egipto y nos guio a través del árido desierto, por una tierra desolada y llena de hoyos, una tierra de sequía y muerte, donde no vive ni viaja nadie?”.
Jeremías 2:5-6 (NTV)
Los sacerdotes, gobernantes, aquellos que enseñaban la palabra y aun los profetas ignoraron a Dios y se olvidaron de Él. Por ese motivo sufrieron consecuencias lamentables.
Ten cuidado y no olvides a Dios
Así como el pueblo de Israel dejó de buscar a Dios por mucho tiempo y se fue en busca de ídolos, piensa un momento y analiza cuántos días han pasado sin que te acuerdes de Dios y quizás estás en búsqueda de otras cosas.
¿Se olvida la virgen de su atavío, o la desposada de sus galas? Pero mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días.
Jeremías 2:32 (RVR 1960)
Israel olvidó a Dios cuando se concentró en las cosas del mundo y los placeres que este le ofrecía. Puede sucederte lo mismo si te concentras en las cosas del mundo y no buscas la dirección de Dios sobre tu vida.
No olvides a Dios por nada del mundo, piensa siempre en Él y has que guíe tu vida. Él mora dentro de ti y quiere que tu comunión personal sea todos los días.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.