Extraño comenzar un devocional con una negativa como esa, pero son muchas las cosas a las que mejor decimos que no. Especialmente al pecado. Necesitamos estar atentos, a no comenzar a soltar un poco las riendas. Tomemos siempre las riendas de nuestro comportamiento.
Sabemos que la gracia de Dios es inigualable, que Su perdón está listo para darlo. Pero eso no significa jamás que debemos seguir pecando. No. Por el contrario, en vista del perdón tenemos que recordar que Él no quiere que pequemos más y debemos tratar de agradarle con todo.
Ahora bien, ¿deberíamos seguir pecando para que Dios nos muestre más y más su gracia maravillosa? ¡Por supuesto que no! Nosotros hemos muerto al pecado, entonces, ¿cómo es posible que sigamos viviendo en pecado?
Romanos 6:1-2 (NTV)
Si nacimos de nuevo, ¡por supuesto que no podemos vivir en pecado!
Se supone que al hacernos cristianos morimos al pecado. El tener control es una de las mejores cualidades que podemos desarrollar. Defender nuestros valores y principios nos hace mejores humanos y mejores cristianos. Por tanto, sigamos en auto-control por la vida.
Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios. Sin embargo, en su gracia, Dios gratuitamente nos hace justos a sus ojos por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados.
Romanos 3:23-24 (NTV)
Hagamos el esfuerzo consciente de no pecar como una ofrenda a Él. Propongámonos hacer mejores cosas aún de las que hacemos normalmente.
Y no olvides que el hecho de que Dios nos perdona, no significa que debemos seguir pecando. ¡Por supuesto que no! Cuando sintamos que nos vamos a desviar de Sus caminos, saltemos inmediatamente al camino correcto. No dejemos que las tentaciones nos gobiernen.
Inicia siempre tu día agradeciendo a Dios y pídele que te ayude a vencer las tentaciones. Pide Su perdón por tus faltas y esfuérzate por agradar a nuestro Dios en todo lo que hagas. Verás que te sentirás mejor.
Oración del día
Dios de mi vida. Vengo una vez más primero, a darte gracias por todo Tu amor, bondad, generosidad, fidelidad y bendiciones sin iguales. Te pido perdón de corazón por las faltas que he cometido a conciencia o no, Padre amado. Gracias por Tu perdón y misericordias que son nuevas cada día. Te necesito mi Dios. Ayúdame a vencer toda tentación, fortalece mi espíritu para que defienda los valores y principios que adquirimos cuando nos hacemos Tus representantes. Que no olvide yo la gran responsabilidad que eso implica. Quiero complacerte siendo cada día mejor. En el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
¿Ya pensaste en las cosas cambiarás este año para ser cada día mejor? ¿Cuáles son?