Muchas personas que oran y no reciben respuesta a su petición. Esto posiblemente se deba a que no están orando como está escrito en la Palabra de Dios. Hoy aprenderemos qué hacer para que nuestra oración sea escuchada por Dios.
«Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.»
Éxodo 2:23-24 (RVR 1960)
En este pasaje, Egipto estaba castigando duramente al pueblo de Dios; por lo cual los israelitas clamaron al Señor y recibieron misericordia. En diferentes partes de la Biblia se muestra cómo Israel clamaba a Dios por ayuda, con gemido y llanto. Esta actitud de humildad hacía que Él escuchara sus súplicas y levantara un libertador.
¿Quieres que tu oración sea escuchada por Dios?
La mayoría piensa que orar y clamar es lo mismo; sin embargo, existe una gran diferencia: orar es hablar y dialogar. Clamar es pedir con desesperación en el corazón, tener angustia y aflicción por la petición, aquella que sale de lo más profundo de nuestro ser.
Dios promete escucharnos y librarnos, pero solo si somos justos y le clamamos. Esto es porque ellos estarán día y noche doblando rodillas, llorando y gimiendo delante del Señor hasta recibir respuesta.
«Ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.»
1 Samuel 1:10-11 (RVR 1960)
Ana era una mujer que no podía tener hijos, pero pidió la bendición de Jehová con desesperación y llanto. Y el Señor escuchó su oración y le concedió este deseo.
Muchos tenemos un pedido en el corazón, pero pareciera que no le damos importancia o nos falta fe porque no estamos clamando.
Por ejemplo, si me interesa que mi familia se salve lo demostraré suplicando por sus almas, llorando de día y noche, lo mismo si deseo recibir sanidad, trabajo o bendición económica. La pregunta es: ¿existe clamor en tus oraciones?
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