Muchos no saben el beneficio que puede ser el dar un buen consejo o incluso llamarle la atención a alguien para evitar que sigan por malos caminos. No nos debemos meter en la vida de todo el mundo, pero sí de nuestra familia y amigos. De nuestros hermanos en Cristo.
Guía con amor
En el libro de Santiago, en su quinto capítulo leemos acerca de este tema. No debemos señalar a nadie ni juzgarlo, porque el único que tiene derecho de juzgar es Dios. Pero, si vemos que alguien está por malos caminos o se está comportando incorrectamente, con amor podemos guiarlo al bien.
Es nuestro deber, pero sin hacerlo sentir menos preciado. Por el contrario. La manera de hacerlo es dándole el lugar como hijo de Dios y haciéndole entender la importancia y los beneficios del comportamiento correcto. Como leemos a continuación, salvamos de la muerte.
Mis amados hermanos, si alguno de ustedes se aparta de la verdad y otro lo hace volver, pueden estar seguros de que quien haga volver al pecador de su mal camino salvará a esa persona de la muerte y traerá como resultado el perdón de muchos pecados.
Santiago 5:19-20 (NTV).
Y no olvidemos el poder de la oración
En el mismo libro de Santiago, nos recuerda ese poder que tenemos en la oración. Orar con fe, con persistencia y con amor puede marcar la diferencia en la vida de alguien que se haya desviado. Nuestra oración tiene poder y da resultados. No por nosotros, sino por el que nos escucha: Dios.
La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos.
Santiago 5:16 (NTV).
Una responsabilidad y un deber
No se trata de convertirnos en vigilantes de otros. Es solo lo que debemos hacer si por cosas de la vida, vemos, advertimos que alguien está desviado, se está saliendo de los buenos caminos. Como hermano y con amor, podemos ayudarle, o conversarlo con nuestro Pastor para que lo llame y aconseje.
Es una responsabilidad y un deber que cumplimos con gentileza y sin ofender. No es para inmiscuirnos en su vida, es para aportar ayuda, consejo y refrescarle la memoria. Recordarle que, al llamarse cristiano, tiene un compromiso con todos en cuanto a su comportamiento. Con amor y orando para que Dios intervenga.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.