¿No te ha pasado que pese a entregarle tus preocupaciones a Dios te niegas a soltar tu carga? Es hora viajar ligero, sin todo ese peso que llevas.
Suelta tu carga
Cuentan que una vez iba por un camino, bajo un sol abrasador, un pobre hombre que llevaba una carga muy pesada. Atinó a pasar por allí un carretero con su carro, y éste movido a compasión, le ofreció al hombre que iba a pie un lugar en la carreta y llevar el pesado bulto que cargaba.
El hombre aceptó y emprendió de nuevo su marcha. Al cabo de un rato, el que conducía la carreta se volvió y vio al hombre que seguía con la carga a cuestas.
– ¿Pero qué hace usted? – Preguntó el carretero- ¿Por qué no deja la carga en el carro?
– Me basta poder ir en el carro – Contestó el hombre.
– ¿Pero no ve usted que así también lleva la carga? – respondió en carretero en medio de risas- No sea tonto y suéltela que para el caballo es igual y usted descansará.
Viaja ligero
En muchas ocasiones nosotros hacemos exactamente lo mismo, aceptamos que Dios nos ayude pero no queremos soltar las cosas que llevamos a cuestas.
Pueden ser errores del pasado, culpas, problemas financieros, familiares, de salud, laborales, económicos o de cualquier índole, pero nos aferramos a esa carga y no permitimos que Dios la lleve por nosotros.
Suelta tu carga, no tiene sentido que sigas atormentándote con ese peso que llevas cuando ya hay Alguien que te dijo que lo llevaría por ti y te daría descanso.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar
Mateo 11:28 (RVR1960)
En lugar de seguir llevando todo lo que te duele y preocupa sobre tus hombros, descansa en Dios y disfruta del paisaje del camino, confiando en que Él te llevará a destino sano, salvo y no sólo eso, sino que te bendecirá en gran manera; sólo debes creerle.
Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza…
Isaías 30:15 (RVR1960)
¡Suelta tu carga y viaja con el equipaje ligero!
Oración del día:
Amado Señor, reconozco que muchas veces me aferro a las preocupaciones y a las cargas que ya te entregué en oración, ayúdame a confiar más en ti, a soltar todo aquello que me quita la paz. Te entrego todas las cargas que llevo en este momento y me aferro a tus promesas, a tu paz y descanso. En el nombre de tu precioso Hijo Jesús, amén.
Aplicación:
¿Alguna vez te ha pasado que aunque le entregaste tus cargas a Dios sigues aferrado a ellas? ¿Qué hiciste para soltarlas?
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.