La pérdida de un ser querido no es fácil de llevar, pero aquí están algunos versículos para leer cuando extrañas a alguien que murió.
Es normal sentir nostalgia y tristeza tras la pérdida de un ser amado. El duelo es un proceso que lleva tiempo; pero no tiene porqué pasarse en soledad y dolor.
La Biblia nos ofrece consuelo y nos dice que Dios está con nosotros pese a todas las circunstancias. Asimismo, nos dice que tenemos una esperanza en la vida eterna, y que en ese lugar no conoceremos el sufrimiento.
Versículos para leer cuando extrañas a alguien que murió
Pues el Señor no abandona a nadie para siempre. Aunque trae dolor, también muestra compasión debido a la grandeza de su amor inagotable. Pues él no se complace en herir a la gente o en causarles dolor.
Lamentaciones 3:31-33 (NTV)
Tú, Dios mío, proteges a los que son maltratados y los libras de la angustia. Los que te conocen confían en ti, pues nunca los abandonas cuando te buscan.
Salmos 9:8-10 (TLA)
Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; Él nos guiará aun más allá de la muerte.
Salmos 48:14 (RVR1960)
Puede que mi mente y mi cuerpo se destruyan, pero tengo a Dios que es la roca que amo; él es todo lo que necesito en mi vida.
Salmos 73:26 (PDT)
A esto Jesús respondió:
Juan 11:25-26 (TLA)
—Yo soy el que da la vida y el que hace que los muertos vuelvan a vivir. Quien pone su confianza en mí, aunque muera, vivirá. Los que todavía viven y confían en mí, nunca morirán para siempre. ¿Puedes creer esto?
Poco después, Jesús les dijo a sus discípulos:
Juan 14:1-4 (TLA)
—No se preocupen. Confíen en Dios y confíen también en mí. En la casa de mi Padre hay lugar para todos. Si no fuera cierto, no les habría dicho que voy allá a prepararles un lugar. Después de esto, volveré para llevarlos conmigo. Así estaremos juntos. Ustedes ya saben a dónde voy, y saben también el camino que deben tomar.
Les dejo la paz. Es mi propia paz la que les doy, pero no se la doy como la da el mundo. No se preocupen ni tengan miedo.
Juan 14:27 (PDT)
Yo reconozco que tenemos que sufrir ahora, pero esos sufrimientos no son nada comparados con toda la gloria que vamos a recibir después.
Romanos 8:18 (PDT)
Así pasará cuando los muertos vuelvan a la vida. Cuando alguien muere, se entierra su cuerpo, y ese cuerpo se vuelve feo y débil. Pero cuando esa persona vuelva a la vida, su cuerpo será hermoso y fuerte, y no volverá a morir. Se entierra el cuerpo físico, pero resucita un cuerpo espiritual. Así como hay cuerpos físicos, hay también cuerpos espirituales.
1 Corintios 15:42-44 (TLA)
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues él es el Padre que nos tiene compasión y el Dios que siempre nos consuela. Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que nosotros podamos consolar también a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que él nos ha dado a nosotros.
2 Corintios 1:3-4 (DHH)
Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades! Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre.
2 Corintios 4:17-18 (NTV)
Nada debe angustiarlos; al contrario, en cualquier situación, presenten a Dios su deseos, acompañando sus oraciones y súplicas con un corazón agradecido. Y la paz de Dios, que desborda toda inteligencia, guardará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7 (BLPH)
Él secará sus lágrimas, y no morirán jamás. Tampoco volverán a llorar, ni a lamentarse, ni sentirán ningún dolor, porque lo que antes existía ha dejado de existir.
Apocalipsis 21:4 (TLA)
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.