Perder el primer amor por Dios es algo que le sucede a muchos cristianos. Pero no es un fenómeno que solo ocurre en la actualidad; de hecho, ya se daba en el tiempo de los primeros seguidores de Jesús. Es una situación muy lamentable y nos separa de Dios, pero sin importar cuánto nos alejemos de Él, aún tenemos una oportunidad de volver al primer amor con Dios.
Pasos para volver a tu primer amor por Dios
Paso 1: Recuerda
«Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete…»
Apocalipsis 2:5 (RVR1960)
La Biblia nos dice que el primer paso es recordar cómo eras cuando estabas en ese primer amor. Un ejercicio que te ayudará a reflexionar en este punto es hacerte las siguientes preguntas:
- ¿Con qué frecuencia buscabas de Jesús?
- ¿Cuál era tu actitud al ir a tu congregación?
- ¿Cómo era tu forma de orar?
- ¿Cómo era tu actitud cuando leías la Biblia?
- ¿Cómo te sentías cuando hablabas con otros acerca del cambio que Dios hizo en tu vida?
Una vez que hayas recordado cómo te sentías cuando entregaste tu vida a Jesús, toma nota de cuán diferente es la situación ahora. Este paso no es para que te sientas mal, sino para que te sirva de inspiración y anheles volver a tener esa misma conexión con Dios.
Luego, haz una oración y confiesa tus pecados ante Dios. Él sabe lo que has hecho, pero quiere ver tu arrepentimiento y ganas sinceras de cambiar. En tu oración también pídele que te ayude a volver a sentir el primer amor y te dé la perseverancia para mantenerlo.
Paso 2: Obedece
«…y vuelve a obedecer a Dios.»
Apocalipsis 2:5 (TLA)
Las cosas salen mal cuando comenzamos a obedecer a nuestros propios deseos y no a los principios de Dios. Seguir sus mandamientos no te hace esclavo: te libera. Esto es porque solo nuestro Padre sabe qué es lo mejor para nosotros; si nos pide que le obedezcamos es porque conoce las consecuencias que nuestras acciones tendrán.
El segundo paso para volver a tu primer amor por Dios es cumplir sus preceptos. Si se te hace difícil o crees que no podrás, pídele al Espíritu Santo que te ayude a lograrlo. Obedecer a Dios a menudo significa renunciar a cosas a las que estamos acostumbrados y creemos que no son dañinos, cuando en realidad sí lo son y nos alejan de Dios. Por eso, examínate y aprende a aceptar que hay costumbres —o incluso personas— que deben salir de tu vida.
Paso 3: Deja de pecar
«Deja de hacer lo malo…»
Apocalipsis 2:5 (TLA)
Sí, es cierto que Dios perdona nuestras fallas. Sin embargo, cuando lo hacemos una y otra vez solo porque Dios es misericordioso, entonces jamás tendremos una relación con Él. (Para mayor información sobre el tema, leer el artículo Si Dios me perdona, ¿por qué debo dejar de pecar?). Un paso importante es rechazar todo lo malo y comenzar a practicar lo que dice la Biblia. Nadie es perfecto, pero Jesús nos dejó al Espíritu Santo como ayuda y guía para estar siempre en sintonía con Dios. Es el Espíritu Santo quien da la sabiduría y la fuerza para resistir las tentaciones y alejarnos del pecado.
Paso 4: Haz lo que hacías al principio
«…vuelve a practicar las obras que hacías al principio.»
Apocalipsis 2:5 (TLA)
El primer paso consistía en recordar lo que hacías cuando estabas en tu primer amor. En este último paso no solo es recordar sino hacer. Quizá no puedas repetir al pie de la letra las mismas buenas costumbres que tenías, pero sí puedes hacerlo mejor. Por ejemplo, si antes tenías un tiempo determinado para leer la Biblia y orar, ahora puedes incrementar esos minutos y estar más cerca de Dios. Si antes compartías con otros las buenas nuevas de Jesús, ahora puedes hacerlo con mucha más alegría. ¡Que tus acciones sean un reflejo de cómo Dios actúa en tu vida!
Recuerda que el caminar con Cristo es un viaje que requiere de constancia y perseverancia. Pero no estás solo en ese caminar. Nosotros tenemos recursos cristianos gratuitos que te ayudarán a conocer mejor a Dios y a estar cerca de Él. Puedes comenzar revisando nuestra categoría de Inspiracional.