La disciplina es uno de los ingredientes esenciales para triunfar en todos los aspectos de la vida. Cuando uno persevera y mantiene un determinado orden en su rutina, demuestra auto control y fortaleza, los cuales se notan en los resultados que producen. Sin embargo, para algunos es difícil seguir un cronograma establecido y no les resulta sencillo ser disciplinados.
A continuación encontrarás algunos consejos que te ayudarán a ser más disciplinado y a tener un orden en tus actividades, ya se en casa, los estudios, el trabajo o en tus relaciones personales.
1. Organiza tus tareas
No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Organiza tus pendientes en el orden que prefieras (de lo más sencillo a lo más difícil, o al revés) y anota lo que necesitas para realizarlo. Esto se aplica para todo tipo de tareas, desde comenzar una rutina de ejercicios, hasta estudiar la Biblia. Una vez que pones un orden a las cosas, verás que es más sencillo ponerlas en acción.
2. Revisa tu progreso
Sé tu propio control. Si decidiste empezar una vida más saludable, lleva un registro del ejercicio que haces durante el día y la comida que ingieres. Si quieres mejorar tu relación con Dios, anota lo que aprendes de cada devocional que haces. Cualquier otra actividad en la que quieras ser disciplinado necesita tener un registro. Esto te ayudará a evaluar tu progreso y a determinar si hay algo que debas corregir o que no has cumplido.
3. Escribe listas
Si te es más fácil, escribe listas de tus pendientes y coloca avisos que te ayuden a cumplirlo. Puedes pegar pequeños papeles como recordatorios en lugares estratégicos, o colocar alarmas con el tiempo exacto que debe tomarte cada actividad. No importa qué materiales utilices, lo importante es que esos objetos sean de utilidad y te mantengan enfocado en lo que debes hacer.
4. Aléjate de la distracción
Es fácil caer en la distracción, y para evitarla, aléjate de todo aquello que desvíe tu atención. Si es tu celular, apágalo; si es el ruido de la calle, ve a un lugar silencioso o utiliza audífonos, etc. Recuerda que quien pone los límites en tu vida eres tú, y si no lo haces ahora, es muy probable que no lo hagas nunca. La disciplina es algo que nadie más puede hacer por ti; así que decide poner orden en tu vida y persevera hasta el final.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.