A todos nos gusta ir de compras, pero cuando las compras se convierten en una adiciĂłn compulsiva perdemos la estabilidad necesaria en nuestro entorno. Empezamos a agotar nuestras finanzas, y a veces incluso destruimos relaciones familiares. En este artĂculo queremos compartir varios consejos para no ceder a las compras emocionales.
1. Organiza tu mente
Antes de comprar, asegĂșrate de:
- Reflexionar sobre las motivaciones de lo que deseas comprar.
- Evita comprar por impulso.
- Evita comprar bajo estrés o tristeza.
- PregĂșntate: «¿Realmente lo necesito?»
- Evita comprar si no estĂĄ en tu presupuesto.
2. Crea un presupuesto
Si quieres salir de compras, asegĂșrate de cuĂĄnto dinero tienes disponible y para quĂ©. La mayorĂa de personas o no tienen un presupuesto diseñado o no se ajustan al que tienen. Sin embargo, la Biblia dice:
Si alguno de ustedes quiere construir una torre, Âżacaso no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con quĂ© terminarla? De otra manera, si pone los cimientos y despuĂ©s no puede terminarla, todos los que lo vean comenzarĂĄn a burlarse de Ă©l, diciendo: âEste hombre empezĂł a construir, pero no pudo terminar.â
Lucas 14:28-30 DHH
El hombre y la mujer sabia diseña un presupuesto y lo sigue.
Ahora bien, si nunca has creado un presupuesto, aquĂ estĂĄ lo que necesitas para empezar hoy mismo:
- Identifica tus entradas: Suma todos los ingresos mensuales y resta los impuestos y otras deducciones.
- Identifica y clasifica los gastos: Anota todos los gastos mensuales, aun los pequeños. Por ejemplo: alquiler, escuela, comida, miscelåneas, etc.
- Metas: En esta sección puedes determinar lo que propones ahorrar por mes, quincena y año.
- Elabora el plan: Una vez que has identificado los ingresos y los gastos, puedes elaborar un plan para distribuir el dinero de manera efectiva. Es importante asignar una cantidad especĂfica de dinero para cada gasto y ver que el total de gastos no supere los ingresos.
Siguiendo estos pasos, puedes crear un presupuesto personal que te permita administrar mejor el dinero.
3. Afianza tu identidad
La mayorĂa de las compras compulsivas a veces deriva en ciertas ocasiones de una insatisfacciĂłn profunda con nuestra situaciĂłn o ser. A veces la necesidad de consumir es una expresiĂłn de la bĂșsqueda de bienestar, tratando de compensar un malestar mĂĄs complicado. En este caso se intenta con las compra llenar un vacĂo.
Muchas veces se intenta encajar socialmente, agregar valor, mostrar superioridad o simplemente suplir una necesidad social. Un buen consejo para no ceder a las compras emocionales es enfocarte en lo que Dios dice de ti. Piensa quién eres y a quién le perteneces.
Otros murieron para que tĂș vivieras. Yo cambiĂ© la vida de ellos por la tuya porque me eres precioso y honorable, y yo te amo.
IsaĂas 43:4 (NBV)
Recuerda que eres aceptado. Eres amado. Y Dios ha prometido nunca abandonarte.