En este artículo basado en el segmento de la licenciada Débora Pedace en Uno nunca sabe, queremos darte los parámetros básicos y necesarios para que puedas observar cómo se está desarrollando la autoestima de tus hijos o tus alumnos y, al mismo tiempo, detectar posibles fallas para mejorarla. La pregunta es: ¿Cómo detectar una autoestima deficiente en nuestros hijos?
La autoestima es uno de los tópicos más necesarios y hablados en el ámbito de la psicología. Muchos autores hablan sobre ella y muchos son los profesionales de la salud mental que la trabajan en consultorio con sus pacientes. Hoy más que nunca, la autoestima no es solo un concepto para adultos, sino que en niños podemos observar ciertos desniveles que terminan en problemáticas que dañan e interfieren en su crecimiento.
¿Cómo detectar una autoestima deficiente en nuestros hijos?
Si bien la conciencia y concepto que podemos tener de nuestro valor depende del carácter, temperamento, crianza y ambiente; la autoestima es dinámica y, como tal, puede ser trabajada y modificada. Es de suma importancia que el valor sobre nosotros mismos sea registrado a pesar del contexto y de los posibles impedimentos para desarrollarla de forma adecuada. El hecho de contar con una autoestima equilibrada es de suma importancia ya que nos convierte en personas más seguras y de relaciones más agradables y permanentes.
La importancia de los padres
En el caso de los niños, los padres suelen ser los encargados de favorecerles el ambiente en donde la autoestima se desarrolla. Por lo tanto, su autoestima estará determinada por las palabras de afirmación que podamos darles y por lo validados que se sientan en su desarrollo. Si somos conscientes de sus necesidades y de tener registro de nuestra propia autoestima, el resultado será mucho más satisfactorio.
Señales de niños con baja autoestima
Existen algunas señales que nos advierten de una baja autoestima en nuestros hijos. Si bien es complicado diagnosticar por el simple hecho de observar alguna conducta, estas pistas son claves para comenzar a indagar más y recabar más información que nos lleve a un diagnóstico certero y desde ahí poder ayudarlos.
1. Seguros de sí mismos
Cuando vemos ciertos niños que son seguros de sí mismos, competentes y valiosos tendrán una buena y equilibrada autoestima. Estos infantes disfrutan aprendiendo y no se sienten inferiores al pedir ayuda. Por el contrario, la solicitan cuando lo necesitan. Suelen ser niños responsables, con buena comunicación y relaciones interpersonales adecuadas. Por el contrario, los niños con baja autoestima no confían ni en ellos mismos ni en los demás. No pueden pedir ayuda, son tímidos, con poca tolerancia al error, se sienten inferiores, pueden desarrollar agresividad, críticas y aislamiento social en casos extremos.
2. Tristeza y falta de entusiasmo
Las señales más características de un niño con baja autoestima son: tristeza constante, la mayoría del tiempo está triste, pero no sabe por qué. Esto lo condiciona y a la vez enoja. Nada le motiva ni entusiasma. Tienen pocas relaciones sociales, prefieren el aislamiento, los juegos en línea y el estar dentro de su casa. Detrás está el miedo a no ser elegido o a ser dejado de lado. Tienen poca habilidad para relacionarse y cuando lo hacen lo hacen mal, con la agresividad o la impulsividad como patrón de vinculación.
Suelen ser niños dependientes de sus padres, prefieren quedarse con ellos y no pueden tener autonomía ni tomar decisiones por sí solos. Tienen un lenguaje pesimista. «No» es la palabra principal en su vocabulario. Son reacios a probar cosas nuevas porque saben que fracasarán y prefieren no intentarlo.
Son niños perfeccionistas, presentan una alta autoexigencia y no se permiten los errores. Y por último, desarrollan el miedo como emoción primaria, se sienten inseguros. No suelen enfrentar situaciones por temor a que se salga de su control y no logren el resultado esperado.
¿Cómo podemos mejorar la autoestima de un niño?
Antes de darte estas simples herramientas, queremos aclarar que es clave el detectar. Con la simple observación tenemos un terreno ganado porque podrás comenzar a trabajar. Algunos consejos prácticos sobre este tema te servirán de guía. Pero siempre sería bueno consultar con profesionales que puedan realizar un diagnóstico exhaustivo y el siguiente tratamiento para mejorar.
Claves fundamentales para mejorar la autoestima
—Es fundamental que permitas que tu hijo comience a tomar decisiones, por más pequeñas e insignificantes te parezcan. Comienza dándole autonomía; asumir responsabilidades desde temprana edad es clave para el desarrollo de la autoestima.
—Pasa tiempo de calidad con él, realiza actividades placenteras y de su agrado, conversa en esos momentos de sus logros, de sus problemáticas, de lo que le preocupa y de lo que le apasiona.
—Enséñale que elogiarse a sí mismo no está mal, manifiesta tu orgullo hacia él, hazle ver sus logros y alcances. Ten cuidado con la forma en la que te tratas a ti mismo, porque ellos tomarán eso de referencia.
—No expongas a tu hijo a los conflictos de adultos que puedan causarle estrés y ansiedad. Tu labor es darles seguridad, estabilidad y tranquilidad. Esto no va de la mano de las tensiones que puedas vivir como adulto.
—Comunica con regularidad cuánto le amas, esto da identidad y les hará notar que pueden fallar y que el amor quedará intacto.
Si bien no existen los padres ni educadores perfectos, de igual modo podemos intentar mejorar y ofrecerles un ambiente donde puedan desarrollarse y crecer de manera autónoma, aportando de forma positiva en su autoestima.
Si quieres aprender más sobre este y otros temas parecidos, visita la sección Familia en nuestro blog. Allí tenemos más contenido cristiano que te ayudará.