Existen muchas cosas que para nosotros pueden parecer imposibles, que escapan de nuestras manos, pero nada hay imposible para Dios.
Imposible para el rey
Se cuenta que un gran monarca del Oriente, al subir al trono, hizo proclamar un edicto invitando a todos los que estuvieran en dificultad a que fueran a él, prometiéndoles solucionarles sus problemas.
Fue una mujer cuyo marido estaba en la cárcel y tenía muchas deudas que no podía pagar, y el rey le dio el doble de lo que debía; también fue un hombre que se le habían quemado los graneros y no tenía nada y el rey le entregó una de sus propias heredades: y así con muchos otros.
Un día fue presentado al rey un niño huérfano de padre y madre. Una señora de la corte se ofreció para cuidar al niño y darle todo lo que le hacía falta. Y así fue cuidado en el palacio como un hijo del rey.
Sin embargo, cada día el niño en su inocencia pedía desconsolado al rey que le devolviera a su madre, diciendo que quería sólo a ella. Entonces el rey le dijo:
- Puedo dar dinero, puedo conceder libertad, pero los muertos han escapado de mi poder y jurisdicción.
Aunque parezca difícil, nada hay imposible para Dios
Hay cosas que resultan imposibles para el poder, el dinero, las influencias o el conocimiento, y no solo se trata de resucitar un muerto, como el caso de la historia.
Sanar un corazón roto, restaurar una familia, liberar una vida de una adicción, devolver la esperanza a quien ya no tiene motivos para vivir, son cosas que solamente Dios puede hacer.
porque nada hay imposible para Dios.
Lucas 1:37 (RVR1960)
Si estás enfrentando una situación muy complicada, si te sientes abatido y sin esperanza, si estás luchando con una enfermedad, si tu familia se está derrumbando ante tus ojos, si crees que es tu final, busca a Dios, corre a sus brazos, porque Él es experto en imposibles.
Oración del día
Padre amado, tú sabes la situación que estoy enfrentado, a veces me faltan las fuerzas, la fe, he intentado de todo y ya no sé qué más hacer. Este día vengo a ti, reconociendo que no hay nada imposible para ti.
Perdóname si he buscado solución a mis problemas en otros lugares o si he puesto mi confianza en otras personas. Te entrego mis problemas, sabiendo que solamente tú puedes ayudarme y que tu voluntad es buena y perfecta, en el nombre de Jesús, Amén.
Aplicación
¿En qué oportunidad enfrentaste alguna situación que parecía imposible y Dios te dio la salida?