Cuando reconocemos que el sufrimiento que soportó Jesús fue por cada uno de nosotros, sentimos la culpa, sentimos que tenemos sangre en nuestras manos. Cada herida infligida en Su precioso cuerpo nos tocaba a nosotros.
Cada vez que se cayó debió ser un paso dado por ti y por mí, cargando esa cruz. Y el dolor de la corona de espinas debe haber sido mucho mayor de lo que podemos imaginar. Sangre en nuestras manos. Sí, debemos sentir culpa y responsabilidad.
Las humillaciones a las que fue sometido, las burlas y los golpes; cada uno lo debemos sentir y por ello, la necesidad de serle fiel, servirle y adorarle siempre. Toda esa tortura la sufrió por nosotros.
Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y le golpeaban; y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién es el que te golpeó? Y decían otras muchas cosas injuriándole.
Lucas 22:63-65 (RVR 1960)
Más que agradecimiento debe salir de nuestros labios
Debemos estar más que agradecidos por ese inmerecido dolor porque Él, que nunca pecó, pagó por cada uno de los pecados que nosotros hemos cometido. Se hizo el sacrificio requerido derramando Su preciosa sangre por cada uno de nosotros para darnos la posibilidad de vida eterna junto a Él.
No hay amor como ese. No hay sacrificio mayor ni habrá manera de compensar lo que hizo por nosotros. Por agradecimiento, entonces, debemos buscar siempre servirle y mantener una relación estrecha con Él de a de veras, que no sea solo cuando lo necesitamos.
Es bueno dar gracias al Señor, cantar alabanzas al Altísimo. Es bueno proclamar por la mañana tu amor inagotable y por la noche tu fidelidad, al son de un instrumento de diez cuerdas, un arpa y la melodía de la lira.
Salmos 92:1-3 (NTV)
Cada canción que cantemos la deberíamos dedicar a Él, cada vez que recibimos un beneficio o algo nos sale bien, cabe dar gracias a Dios. Buscarlo siempre antes de tomar decisiones para consultarlo es parte de ese sentimiento de agradecerle.
Propongámonos sacar tiempo siempre y muchas veces cada día para nuestro Dios. Para leer Su Palabra, para orar, conversar con Él y para dedicarle honra y reconocimiento por cada milagro, cada favor y cada oración contestada. Se merece eso y mucho más.
Oración del día
Dios de mi vida, bendito y amado Señor, vengo a agradecerte primeramente todo lo que hiciste y sigues haciendo por mí y por cada ser humano en este mundo. Siento que hayas tenido que pasar tanto dolor y sufrimiento por nosotros, más aún, sabiendo lo volubles que somos. Nos alejamos de Ti y nos distraemos con cualquier cosa de esta vida en lugar de esforzarnos por acercarnos más a Ti cada día. Ayúdame Señor, ayúdanos a ser cada vez mejor para Ti, en Tu precioso nombre, Jesús, lo pido, amén.
Aplicación
Cuéntanos cómo te sientes cuando ves las películas de la vida y muerte de Jesús. ¿Has visto «La Pasión de Cristo»? La película que realizó Mel Gibson. Déjanos saber qué sentiste si la viste o cuando has visto alguna de las películas de la vida y muerte de Jesús.