Ser un buen cristiano implica imitar a Jesús en todo lugar, incluso en las redes sociales. Puede que a veces lo olvidemos, pero nuestro testimonio no solo se limita al mundo real, sino también al digital. Por ese motivo debemos ser cuidadosos con lo que hacemos en Internet.
Cómo ser un buen cristiano en las redes sociales
Piensa bien antes de publicar algo
El justo piensa antes de hablar, pero de la boca del malvado brota maldad.
Proverbios 15:28 (NBV)
En las redes sociales, las personas suelen publicar en base a sus emociones del momento y la mayoría no piensa en las consecuencias futuras. Y aunque este comportamiento sea común, en la Biblia encontramos que «el que es inteligente mide sus palabras» (1 Pedro 2:9 PDT); por lo que no debemos dejarnos llevar por las circunstancias.
Si aplicamos este principio, evitaremos publicar cosas improductivas, que no tienen un buen fruto y que causan controversia. Debemos recordar en todo momento que cosecharemos aquello que sembramos (Santiago 3:18); y si nuestras redes sociales no promueven la paz, tampoco cosecharemos paz; por ello debemos «estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse» (Santiago 1:19 NVI).
Recuerda tu identidad
Pero ustedes no son así porque son un pueblo elegido. Son sacerdotes del Rey, una nación santa, posesión exclusiva de Dios. Por eso pueden mostrar a otros la bondad de Dios, pues él los ha llamado a salir de la oscuridad y entrar en su luz maravillosa.
1 Pedro 2:9 (NTV)
Una de las cosas que ofrece Internet es la sensación de anonimato y completa libertad. Las personas pueden publicar y ver todo tipo de contenido, sin temor a ser juzgados. Pero eso también se presta para que muestren lo peor de sí mismos y tengan una doble identidad: la que le muestran al mundo y la que está en Internet.
Sin embargo, en la Biblia encontramos que en Cristo tenemos una nueva identidad, y esta no cambia, ya sea que estemos conectados o no a las redes. Nuestro comportamiento como cristianos debe ser coherente en cualquier ambiente en el que nos encontremos; eso incluye nuestra actividad en Internet.
El contenido que consumimos, las páginas que vemos o seguimos, las publicaciones que hacemos, todo, absolutamente todo debe reflejar que somos hijos de Dios.
Antes de hacer algo negativo en Internet, pregúntate: «¿Qué vería Jesús en Internet? ¿Él publicaría o comentaría lo mismo?» Hacernos estas preguntas nos ayudarán a limitar nuestros impulsos y a reflejar el carácter de Cristo.
Asume bien tu rol
Ser buenos cristianos no significa asumir el papel de jueces morales en las redes sociales. Criticando o señalando los errores y pecados de otros no hará que conozcan a Cristo. Debemos recordar que solo hay alguien que puede juzgar:
Si son muy duros para juzgar a otras personas, Dios será igualmente duro con ustedes. Él los tratará como ustedes traten a los demás.
Mateo 7:2 (TLA)
En Mateo 5:14 dice que somos la luz del mundo; y más adelante explica cuál es el efecto de ser luz:
De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.
Mateo 5:14 (NTV)
Si somos luz nuestras acciones deben motivar a los demás a alabar a Dios. ¿Nuestra actividad en Internet está llevando a la gente a acercarse a Dios o a rechazarlo? Cuando publicamos algo, ¿las personas quieren conocer más de Cristo o nos dan la espalda?
Si entendemos bien nuestro rol como cristianos, entonces nuestra actividad en Internet nos llevará a estar más cerca de Jesús, y además nos servirá como medio para ser una luz para el mundo.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.