Nunca debemos dejar de alabar a Dios. Y es una de las cosas más difíciles cuando estamos pasando por pruebas; pero si logramos hacerlo de corazón, aun en esos tiempos de angustia, recibiremos Su paz y Sus soluciones.
Que todo lo que soy alabe al Señor; con todo el corazón alabaré su santo nombre. Que todo lo que soy alabe al Señor; que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí.
Salmos 103:1-2 (NTV)
Hay quienes pensarán que es imposible hacerlo. Alabar a Dios cuando estamos pasando por una pérdida importante para nosotros, cuando hemos quedado sin una casa o sin una persona a la que amamos entrañablemente, o alabar a Dios cuando nos hemos quedado sin trabajo, para muchos puede parecer imposible.
Practicando vencemos la dificultad de alabar a Dios
En esos casos se nos puede hacer difícil, pero si practicamos a diario y de corazón, lo lograremos. Recordemos siempre que Él es el gran Creador del universo y de todo lo que existe, incluso de nosotros, y nos ama a pesar de lo imperfectos que somos. Por tanto, alábalo.
Oh Señor, honraré y alabaré tu nombre, porque tú eres mi Dios. ¡Tú haces cosas maravillosas! Las planeaste hace mucho tiempo, y ahora las has realizado.
Isaías 25:1 (NTV)
Nuestro Dios es digno de alabanza y cuando estamos claros de cuánto nos ama y que siempre está pendiente de nosotros, dejaremos de preocuparnos y de temer. No estaremos ansiosos por lo que vendrá ni por lo que estamos pasando en el momento.
Pues yo sé los planes que tengo para ustedes—dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.
Jeremías 29:11 (NTV)
Nadie te amará como Dios
La Biblia nos habla de un ave muy pequeña que también es creación de Dios y como tal, la ama. Entendamos que viendo el universo, parecemos una partícula de polvo, y sin embargo, para mostrarnos Su amor, sabemos que envió a Su único Hijo. En comparación un gorrión es casi inexistente.
Sin embargo, ni un solo gorrión puede caer a tierra sin que el Padre lo sepa.
Mateo 10:29 (NTV)
Alaba a Dios en todo momento, porque Él te ama como nadie te amará. Alaba a Dios sin importar las circunstancias con la certeza de que todo será para tu bien. No dejes de alabar a Dios nunca. Ámalo de vuelta y agradécele a diario.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.