Dios que es especialista en imposibles, se encarga de usar todo a nuestro favor, Él puede usar cualquier cosa para socorrernos y darnos una salida en el momento oportuno.
Un milagro oportuno
El doctor Crawford explicó que cuando regresó a su misión después de un periodo de permiso le fue necesario hacerlo con mucha prisa a causa de las lluvias.
Su grupo llegó a una corriente que debía ser vadeada, pero que ahora iba de crecida y no había manera de atravesarla. Así que él y su grupo acamparon y oraron.
Un incrédulo quizás se habría puesto a reír, ya que no había botes disponibles y la corriente era tan rápida que habría arrastrado las ligeras embarcaciones río abajo, de haberlas habido.
¿Cómo podía Dios hacerles cruzar el río? Solo había una manera y es la que Dios usó. Mientras estaban orando, un enorme árbol que había sido socavado por los embates del agua empezó a tambalearse, cayó y quedó atravesado sobre la corriente de orilla a orilla.
Al darse cuenta de lo sucedido, los viajeros se apresuraron a pasar por el puente que Dios había provisto al otro lado.
Dios abre caminos cuando creemos que no hay salida
Si le contamos la historia a algún escéptico, podría alegar que ahí no hubo ningún milagro y que simplemente fue un proceso natural. Sin embargo, no olvidemos que Dios usa todo a nuestro favor, incluso los procesos naturales.
El Señor es muy creativo para responder nuestras oraciones, muchas veces no lo hace de la forma que esperamos, pero las responde a su manera y en su tiempo. Si nos fijamos en la forma en la que Jesús sanó a los ciegos, con todos usó técnicas diferentes.
No te des por vencido y sigue orando porque Dios va a hacer algo nuevo en tu vida.
Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves? Haré un camino a través del desierto; crearé ríos en la tierra árida y baldía.
Isaías 43:18 (NTV)
No importa cuán difícil se vea tu situación, confía en que Dios va a socorrerte de forma oportuna.
Oración del día
Padre amado, gracias porque tu bondad y misericordia con incomparables, gracias porque nunca me abandonas y por muy difícil que yo vea la situación, no hay nada imposible para ti, tú puedes abrir mares, hacer caminos en el desierto y que broten ríos en tierra árida. Ayúdame a recordar tus promesas para mi vida. En el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
¿En qué circunstancia de tu vida pudiste ver la mano poderosa de Dios obrando a tu favor?