Todos queremos el inicio de un año bendecido, por lo que muchos se compran ropa nueva, se visten de blanco, comen lentejas o doce uvas, alistan maletas, otros ponen dinero en sus zapatos según sus creencias; pero, más allá de los pensamientos de cada uno, el Señor nos da los pasos que debemos seguir para alcanzar este propósito.
Nuevo año, nuevos planes
Si tú dispusieres tu corazón, y extendieres a él tus manos; Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, Y no consintieres que more en tu casa la injusticia, Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, Y serás fuerte, y nada temerás; Y olvidarás tu miseria, O te acordarás de ella como de aguas que pasaron. La vida te será más clara que el mediodía; Aunque oscureciere, será como la mañana. Tendrás confianza, porque hay esperanza; Mirarás alrededor, y dormirás seguro.
Job 11:13-18 (RVR 1960)
El Señor desea que seamos bendecidos este nuevo año y para ello, nos da algunos requisitos. Primero, estar dispuestos a entregar nuestro corazón y levantar nuestras manos en señal de la necesidad que tenemos por Él; segundo, arrepentirse y abandonar el pecado y, por último, no permitir que en nuestra casa viva la maldad. ¿Cumples estos requisitos?
¿Deseas que el año 2020 quede en el olvido?
Muchos quieren que el año 2020 quede atrás. El Señor también desea que olvidemos el sufrimiento y el tiempo difícil como aguas que pasaron; pero, para ello es esencial que puedas acercarte a Él con todo tu corazón y abandones aquello que antes te apartaba de su presencia.
Te animo a empezar este año nuevo poniendo a Dios en primer lugar de tu vida. Si antes lo hacías y te has apartado, no es tarde para ser restaurado y bendecido otra vez ¡levanta tus manos y confía en Él!
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.