Tenemos promesas de Dios a las que nos podemos aferrar. Si tan solo leyéramos con frecuencia la Biblia, no tendríamos temores. No nos desanimaríamos por nada, porque tendríamos la certeza de que Dios está en control y siempre quiere nuestro bien.
No temas ni te desalientes, porque el propio Señor irá delante de ti. Él estará contigo; no te fallará ni te abandonará.
Deuteronomio 31:8 (NTV).
Ser llamados hijos de Dios es un gran privilegio
Nos tiene que dar una seguridad sin igual el saber sin duda alguna cuánto nos ama nuestro Dios. Estar convencidos de que nuestro Creador solo desea el bien para nosotros nos tiene que animar, dar paz, confianza. Es un privilegio poder ser llamados hijos de Dios y debemos tener en cuenta lo que significa.
Vino al mismo mundo que él había creado, pero el mundo no lo reconoció. Vino a los de su propio pueblo, y hasta ellos lo rechazaron; pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios.
Juan 1:10 (NTV).
Jesús nos dio esa posibilidad y sin embargo aún quedan tantos que desconocen la verdad. Cuando te sientas desalentado por todo lo que pasa en el mundo, que nos parece injusto y no entiendes por qué pasa, busca de Dios. Es terrible, pero no son Sus obras, son las consecuencias de las decisiones humanas.
Dios está siempre que lo buscamos
Pero si buscamos de Él, si reconocemos que es nuestro Dios y le pedimos que nos guíe y viva en nosotros, que nos proteja y provea siempre, tendremos paz. Lograremos esa seguridad con la que vives cuando te sabes respaldado por el más poderoso del universo.
No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.
Isaías 41:10 (NTV).
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.