El amor vino al mundo
El amor vino al mundo

El amor vino al mundo

No olvidemos nunca celebrar nuestro motivo de la Navidad como es debido. Dios vino a nosotros, el amor vino al mundo y es lo que celebramos. Dios nos dio la posibilidad de conocerlo, de vivir entre nosotros y dejar Su preciosa huella y Su guía en la inspiración que dio a quienes escribieron los libros de la Biblia. 

En el lugar menos cómodo, con uno de los olores más desagradables, vino nuestro Rey, vino el amor al mundo. Siendo Dios, siendo Rey de todo, se humilló al punto de dar Su vida en una de las muertes más dolorosas: la crucifixión. Siendo inocente, pagó por nuestros pecados. 

Vino a hacerse carne, a vivir entre nosotros, para conocernos más y demostrarnos cuánto nos ama. Vino a darnos la oportunidad de vivir la eternidad a Su lado, ese tiempo sin fin que viviremos todos, pero debemos escoger el lugar dónde lo pasaremos. 

Esa decisión la debemos tomar aquí. Esta vida es la oportunidad que nos da para escogerlo a Él o no. Si lo escogemos, nos ha ofrecido que pasemos ese tiempo sin fin en un lugar perfecto, sin lágrimas ni enfermedades, sin dolor. De no escogerlo, lo pasaremos en un lugar muy incómodo y apestoso. 

Es así de sencillo. Es el momento de hacerlo. Si aún no has tomado la decisión más importante de tu vida, te invito a que lo hagas ahora. Solo necesitas arrepentirte de corazón de todo lo malo que hayas hecho y pedirle a Jesús que viva en tu corazón y en tu vida y que sea tu Señor y tu Salvador.

Vino al mundo a darnos la posibilidad de elegir dónde vamos a pasar la eternidad

Si tomaste esa decisión, te invito a buscar una buena iglesia cristiana donde ir para que te congregues y adores a Dios. Aprenderás más de la Biblia y tendrás amistades que comparten tus creencias y con quienes puedes compartir tus experiencias para llegar a Dios. 

Lo siguiente es que leas la Biblia. Puedes comenzar con poco. Unos cinco párrafos por día. Te recomiendo que comiences por el libro de Juan, luego los de los apóstoles, Marcos, Lucas y Mateo. Antes de leer la Palabra de Dios, ora y pídele que Su Espíritu Santo te ayude a entender lo que te quiere decir ese día. 

Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos. Hebreos 4:12 (NTV)

Espero que lo hayas hecho y comiences este 2025 con una vida llena de bendiciones de Dios, haciendo algo diferente y beneficioso para tu vida. Que te sientas pleno, completo, porque lograste esa pieza que faltaba para no sentir el vacío que hay en nosotros cuando no tenemos a Dios. El Señor continúe guiándote, en el nombre de Jesús. 

Oración del día

Dios amado, te doy gracias por todo lo que me diste este año y todo lo que me has dado durante mi vida. Gracias por tu incomparable amor y bondad. Celebro que perdonaste mis pecados, que me liberaste de todo lo malo de este mundo y te pido que me ayudes a no caer de nuevo en lo que no me conviene. Que pueda yo resistir tentaciones recordando que Tú siempre nos respaldas si te lo pedimos. Quiero tener una excelente y cercana relación contigo mi Dios. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén. 

Aplicación

Déjanos saber cuándo le pediste a Jesús que viviera en tu corazón y fuera tu Señor y Salvador. Nos gustaría conocer tu testimonio. 

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana

CVCLAVOZ

. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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No temas, porque el final es solo el inicio de algo nuevo

El final muchas veces es el inicio de algo nuevo y hermoso, por eso no temas, porque Dios estará contigo en todo tiempo.

Alegrías incomprensibles

Contagiar a otros esa alegría incomprensible es otra manera de hacerlos entender la esperanza maravillosa que tenemos en Jesús.

Con temor y confianza

Se puede enfrentar el temor con confianza en Dios porque Él no nos dejará ni desamparará.

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