A diario tomamos decisiones, algunas son trascendentales en nuestra vida y de gran impacto, otras no; sin embargo, todas ellas forman parte de nuestro destino. En ese destino que Dios tiene preparado para cada uno es primordial seguir su voluntad. En cuanto a ti, ¿qué prevalece, tu voluntad o la de Dios?
¿Cómo seguir la voluntad de Dios?
Lo principal es el conocimiento que tenemos de Él, sus mandamientos, preceptos, enseñanzas; estas son las directrices para poder discernir la voluntad de Dios.
Ojalá fuesen ordenados mis caminos Para guardar tus estatutos! Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese a todos tus mandamientos.
Salmos 119:5-6 (RVR 1960)
Además tenemos al Espíritu Santo quien nos redarguye e inquieta cuando estamos inclinándonos más hacia lo que nosotros queremos hacer que a la voluntad de Dios. Aunque no es nada fácil ceder a lo que Dios demanda cuando ponemos en primer lugar nuestra voluntad, es lo mejor para nosotros, porque el Señor busca nuestro bien y su sabiduría nos ayudará a dar pasos acertados.
No temas a la voluntad de Dios
Uno de los temores al momento de seguir la voluntad de Dios es el renunciar a nosotros mismos, a lo que queremos; también llegamos a creer que Él nos mandará a realizar algo que está fuera de nuestros planes.
Es cierto, Dios nos llevará a otros niveles, a lugares y situaciones que jamás pudimos imaginar, pero será para bien, pues hará que nuestro carácter se parezca más a El.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Jeremías 29:11 (RVR 1960)
Dejemos que prevalezca la voluntad de Dios en nuestras vidas con una relación más estrecha con Él, sin duda seremos más sensibles a su voz y tomaremos buenas decisiones.
Además, en todo proceso que nos toque pasar por seguir su voluntad, Él estará con nosotros.
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
Josué 1:9 (RVR 1960)
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