Todos estamos invitados a esa cena

Todos estamos invitados a esa cena

Sigue habiendo debates entre los cristianos acerca de la comunión y si se debe servir vino o no. Lo importante es que entendamos de qué se trata ese ritual y el mensaje que nos dejó Jesús poniendo esos elementos como ejemplo para que lo celebremos y lo recordemos cuando lo hagamos.

¿Está prohibido tomar vino?

El vino era consumido en los tiempos de Jesús y de hecho está directamente relacionado con Su primer milagro de convertir el agua en vino. Jesús bebía vino y dijo que lo bebería con nosotros en el cielo. En el caso de la cena, hizo referencia con Él a Su sangre.

Acuérdense de lo que les digo: no volveré a beber vino hasta el día en que lo beba nuevo con ustedes en el reino de mi Padre.

Mateo 26:29 (NTV)

Dios mandó usar el vino como parte de los sacrificios, David al ser nombrado rey, celebró con sus hombres durante tres días con comida y vino. Y en uno de los salmos se nos dice que Dios hace producir el vino que alegra el corazón del hombre.

Y el vino que alegra el corazón del hombre, el aceite que hace brillar el rostro, Y el pan que sustenta la vida del hombre.

Salmos 104:15 (RVR 1960)

Invitados a la cena sin embriagarnos

Sin embargo queda muy claro que Dios detesta la embriaguez. El dominio propio es lo que Dios busca de nosotros. Por eso nos dio el libre albedrío, para que conozcamos las consecuencias de los excesos y de lo que no es bueno. No debemos excedernos ni en el comer ni en el beber.

Por otra parte, en muchas iglesias condicionan la comunión pidiendo rituales antes de poder ser invitados a ella. Y lo cierto es que el pan y el vino que se celebra en algunas iglesias, ya sea con jugo de uvas, es en memoria de la última cena de Cristo, donde nos recuerda alimentarnos de Él, de Su Espíritu. Se realiza en Su memoria.

Y las razones por la que muchos cristianos prefieren no tomar vino deben respetarse. Algunos para no ser piedra de tropiezo para quienes luchan con la adicción al alcohol. Otros, porque prefieren esperar como Jesús, hasta beberlo en Su compañía en Su reino.

No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,

Efesios 5:18 (RVR 1960)

Compartamos la cena

Dejemos legalismos a un lado e interpretemos bien la Biblia como Palabra de Dios. Sabiendo que ningún exceso es bueno, ni ser demasiado sueltos en la bebida, ni ser demasiado estrictos en señalar a otros por ser diferentes en sus decisiones a nosotros.

Jesús nos invita a todos a compartir la cena con Él y celebrarla con la congregación debe ser tal y como Él lo hubiese querido. Con la participación de todos y nuestros corazones, mente, alma y espíritu enfocados en Él, en hacer Su voluntad y pensar en el día que la celebraremos a Su lado.


El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

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. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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