Compartir el mensaje de salvación no requiere tener un conocimiento completo de la Biblia ni que seas experto en predicar, solo tienes que compartir lo que Dios ha hecho en tu vida. Hablar sobre cómo era tu vida antes de conocer a Cristo, cómo lo conociste y cómo es tu vida ahora.
Empieza a compartir con tu familia
Mira lo que Jesús le dijo al endemoniado gadareno cuando él pretendía seguirle y acompañarle a todas partes. Para ese entonces el gadareno ya había tenido su encuentro personal con Jesús, había experimentado el amor, el poder y la libertad de Cristo en su vida.
El hombre que había sido liberado de los demonios le suplicaba que le permitiera acompañarlo. Pero Jesús lo envió a su casa diciéndole: «No, regresa a tu familia y diles todo lo que Dios ha hecho por ti». Entonces el hombre fue por toda la ciudad proclamando las grandes cosas que Jesús había hecho por él.
Lucas 8:38-39 (NTV).
El deseo del gadareno de seguir a Jesús era bueno, pero Jesús no lo permitió, porque Él sabía que tenía un ministerio más importante con su propia familia y las personas que lo rodeaban. A veces nos cuesta entender los caminos de Dios y creemos que para compartir su palabra tenemos que ser expertos.
Sin embargo, contar las grandes cosas que ha hecho el Señor en nuestras vidas es sencillo y un acto de obediencia, que habla de nuestro amor a Dios y al prójimo, porque al compartir lo que Dios hace en nosotros estamos compartiendo su amor.
Tenemos un testimonio que compartir
Todos estábamos como el gadareno, muertos espiritualmente, perdidos y sin esperanza, pero de ahí nos rescató el Señor y nos hizo parte de su reino, pasándonos de muerte a vida. Por lo tanto, obedezcamos a Dios y compartamos lo que Él ha hecho en nuestra vida con todas las personas que nos rodean.
Entonces les dijo: «Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Noticia a todos.
Marcos 16:15 (NTV).
Al compartir el mensaje de salvación con nuestros seres queridos y comunidad, nuestra familia tendrá la oportunidad de ser salva, porque la luz de Jesús alumbrará a sus corazones y los llevará a rendirse sus pies.
Y qué hermoso será poder ver a nuestro lado a nuestros seres queridos en la eternidad. Qué lindo será ver a nuestros padres, hermanos, hijos, primos, tíos, amigos, etc., en el cielo.
Obedece y comparte las maravillas que Jesús ha hecho en tu vida.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.