Algunos creen que deben tener cuidado únicamente cuando responden a un insulto o comentario negativo. Sin embargo, la percepción que tienen las demás personas sobre nosotros puede cambiar dramáticamente si no sabemos contestar a un halago. La manera en que reaccionamos ante un insulto o halago dice más de nosotros que del comentario que nos hacen; por tal motivo, debemos ser cuidadosos al momento de hacerlo.
Los sociolingüistas han clasificado las respuestas a los halagos en tres categorías: aceptación, desviación y rechazo. Ninguna de estas tres clasificaciones es la ideal, pues, si se va a los extremos, podría causar el efecto opuesto al deseado. Por ejemplo:
Cuando aceptamos un halago y sobrevaloramos nuestro éxito, estamos siendo arrogantes y orgullosos. Sin importar cuánto merezcas el elogio de alguien, nunca cometas el error de hacerte ver mejor de lo que eres o menospreciar a los demás.
Aceptar que hiciste un buen trabajo es bueno, pero cuando lo conviertes en una herramienta para hacerte ver mejor que otros, entonces no estás siendo humilde.
«Que te alabe otro y no tu propia boca; que lo haga un desconocido, no tus propios labios.»
Proverbios 27:2 (NTV)
A veces creemos que la mejor manera de aceptar un halago es cambiando de tema. Otros lo hacen porque no saben cómo reaccionar, o porque piensan que no se merecen esa alabanza. Es grosero cuando en una conversación alguien te interrumpe o no escucha lo que dices. Lo mismo ocurre cuando desvías la atención a otro asunto en lugar de aceptar un elogio.
«…Todos deben estar siempre dispuestos a escuchar a los demás, pero no dispuestos a enojarse y hablar mucho.»
Santiago 1:19 (TLA)
Hacerte quedar mal, menospreciarte o negar un elogio es sinónimo de baja autoestima y no de humildad. No subestimes tus logros ni minimices tu esfuerzo. Aunque no lo creas, eres ejemplo para muchas personas, y tus actitudes pueden impactar a otros más de lo que crees.
«…Trata de ser un ejemplo para los demás cristianos. Que cuando todos oigan tu modo de hablar, y vean cómo vives, traten de ser puros como tú. Que todos imiten tu carácter amoroso y tu confianza en Dios.»
1 Timoteo 4:12 (TLA)
Aunque parezca una respuesta simple, la mejor manera de responder un halago es solo decir: «Gracias». Recuerda que tu lenguaje corporal debe ir acorde a tu actitud de agradecimiento, o de lo contrario, estarás enviando el mensaje equivocado. Si hay alguien que te ayudó a lograr el objetivo, entonces incluye a esta persona y no lo dejes fuera.
Algunas frases que podrías decir, de acuerdo a la situación, son:
Recuerda que también debes elogiar y honrar el desempeño de otros.
«Traten a los demás como ustedes quieran ser tratados, porque eso nos enseña la Biblia.»
Mateo 7:12 (TLA)
Visita nuestra categoría Estilo de vida para tener acceso a más contenido cristiano para tu diario vivir.
¿Cómo evangelizar a alguien de tu familia? ¿Es un desafío o es más fácil de…
Si quieres que tu iglesia abrace el evangelismo, primero debes vivirlo personalmente. Conoce 5 ideas…
Leer la Biblia nos ayuda a fortalecer nuestra fe, a conocer a Dios y encontrar…
El evangelismo es una parte clave de la vida cristiana; pero a menudo se malinterpreta,…
La Biblia nos describe muchas maneras de evangelizar y las razones por las cuales debe…
El evangelismo es una de las misiones más fundamentales de la iglesia cristiana y de…