Tener conflictos con los parientes puede resultar incluso más incómodo de lo que sería si fuera con alguna persona fuera de la familia. Hay ocasiones inevitables en donde la familia se reúne y la situación es tan tensa que las discusiones son parte de la comunicación. Sin embargo, este problema no tiene que continuar. Cualquier conflicto tiene solución cuando todos cooperan para solucionarlo. Puede que este proceso tome algún tiempo, pero lo importante es que se restauren las relaciones dañadas.
Si tienes familiares conflictivos y no sabes cómo lidiar con ellos, no te desanimes. Un pequeño cambio puede mejorar la situación, e incluso puede prevenir posibles problemas futuros.
5 consejos para que te lleves bien con familiares conflictivos
1. Reconoce tus faltas
La respuesta amable calma los ánimos, pero la respuesta áspera aumenta el enojo.
Proverbios 15:1 (PDT)
Por más que un problema haya sido causado por otra persona, no cometas el error de culpar a los demás; en cambio, reconoce tus fallas y admite qué actitudes contribuyeron a agrandar el conflicto.
La humildad es una virtud necesaria cuando se quiere tener buenas relaciones con los demás, y practicarlo con la familia debería ser una prioridad. Incluso si la otra persona no acepta su actitud o palabras erróneas, sé tú quien dé el primer paso hacia la solución y actúe como alguien ejemplar.
2. Acepta que no puedes cambiar a las personas
El comportamiento proviene de lo que hay en el corazón; y si Dios no está allí, es improbable que la persona sea transformada de la noche a la mañana. Es por ello que debes aceptar que no puedes cambiar a alguien, y tampoco puedes obligarla a ver sus faltas.
Si deseas llevarte bien con un familiar conflictivo pero esta persona te rechaza, no te ofendas ni adoptes una postura orgullosa. Lo importante es que has demostrado tu buena disposición al cambio y que estás abierto a solucionar los problemas.
3. Escucha más y habla menos
Existen casos en los que los problemas fueron originados por dichos de terceros, y esto demuestra que la mala comunicación es peligrosa. Sin importar cuál sea el conflicto, procura dialogar directamente con la persona. En ese momento, no olvides escuchar atentamente a lo que tu familia tiene que decir y luego expresar tu punto de vista. Si quieres, puedes invitar a alguien que no sea tu pariente para que sirva de mediador en el conflicto. Recuerda que el objetivo de este momento no es acusar ni hacerse la víctima, sino de crear soluciones.
4. Deja el pasado atrás
Si ya solucionaste un problema con alguien, o si estás en vías de hacerlo, no causes más enfrentamientos. Aprende a controlar tus palabras y no saques a relucir temas que pueden llevar a la discusión. No olvides que si quieres recibir perdón, también debes perdonar; y que una vez que perdonas, no puedes volver a tratar el tema como si aún estuviese pendiente. Esto también es una señal de madurez.
Tampoco caigas en la trampa de continuar una discusión que ya pasó. Si tienes un familiar conflictivo que le gusta traer el pasado al presente, explícale que el ayer no se puede cambiar y que es mejor concentrarse en algo que se puede solucionar ahora.
5. Ora
Tú, cuando ores, métete en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está allí a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.
Mateo 6:6 (BLPH)
Dios es el único que puede cambiar vidas y quien puede tocar el corazón de tus familiares. Si se lo pides con humildad, Él te dará el valor necesario para enfrentar a las personas conflictivas, y pondrá palabras sabias en tu boca para que tus dificultades se resuelvan y las relaciones sean restauradas.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.