Jesús mostró humildad en todo momento. Él no solo se comportaba de forma humilde, sino que lo era; y eso se puede ver en cada punto de su vida. Es por esta razón que tuvo la autoridad de instruir a otros al respecto, y hoy podemos seguir ese ejemplo.
El primer momento de humildad que la Biblia dice con respecto a Jesús es cuando decidió convertirse en ser humano:
«En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales.»
Filipenses 2:7-8 (NTV)
Una persona humilde no tiene problemas para renunciar a su posición con tal de hacer el bien a otros. Y eso es lo que hizo Jesús al venir a la tierra como un ser humano. A partir de ese momento, vemos que Jesús fue consistente en demostrar su carácter humilde.
¿Qué significa ser humilde?
A veces creemos que ser humilde significa ser pobre. Pero la humildad no tiene nada que ver con el dinero, porque alguien con bajos recursos económicos puede ser orgullosa, así como un millonario puede ser humilde.
Según la Real Academia Española, humildad significa:
- Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar deacuerdo con este conocimiento.
- Sumisión, rendimiento.
Jesús era humilde no porque no tenía dinero, sino porque se rindió a sí mismo por el bien de otros. Nunca tuvo una actitud altiva ni trató a otros con desprecio, sino que en cada instante demostró amor, por más que las personas le hicieron daño.
Él fue consistente con su actitud hasta el último momento de su estadía en la tierra. Por eso es nuestro mejor ejemplo. A continuación se encuentran solo algunos ejemplos de cómo aplicaba la humildad.
Jesús mostró humildad…
En su nacimiento
«Como no encontraron ningún cuarto donde pasar la noche, los hospedaron en el lugar de la casa donde se cuidan los animales. Cuando el niño nació, María lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.»
Lucas 2:7 (TLA)
Jesús mostró su humildad al nacer en un lugar donde se cuidan los animales, porque aun siendo rey, no eligió nacer en un palacio o celebrar una fiesta llena de lujos. Con su actitud demostró que ser líder no implica sentirse superior a los demás.
Durante su ministerio
- Hubo varias ocasiones en las que fue rechazado, maltratado y juzgado falsamente por otros (Lucas 4:28-29). Sin embargo, Él nunca respondió con maldad, sino que lo hizo con amor.
«El que se crea superior a los demás, será puesto en el lugar menos importante. El que es humilde será puesto en un lugar más importante.»
Lucas 14:11 (TLA)
- Pese a reconocer que era el Hijo de Dios, nunca abusó de su estatus ni reclamó un trato privilegiado; y eso se reflejó en su modo de vida.
«―Las zorras tienen guaridas y las aves nidos —le respondió Jesús—; pero yo, el Hijo del hombre, no tengo ni dónde recostar la cabeza.»
Mateo 8:20 (NBV)
- Dejó un ejemplo de servicio y humildad con sus hechos.
«Después de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, se sentó y preguntó:
Juan 13:12-17 (NTV)
—¿Entienden lo que acabo de hacer? Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque es lo que soy. Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. Les digo la verdad, los esclavos no son superiores a su amo ni el mensajero es más importante que quien envía el mensaje. Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas.»
- Siempre relacionó la humildad con la obediencia, y eso fue lo que enseñó con sus palabras y acciones.
«Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar. Obedezcan mis mandamientos y aprendan de mí, pues yo soy paciente y humilde de verdad. Conmigo podrán descansar. Lo que yo les impongo no es difícil de cumplir, ni es pesada la carga que les hago llevar.»
Mateo 11:28-30 (TLA)
Antes, durante y después de su muerte
- Jesús tuvo muchas oportunidades para escapar de la crucifixión y la tortura que sucedería antes de su muerte. No obstante, prevaleció hasta el final y enfrentó con humildad lo que le tocó vivir.
«Luego le escupieron a Jesús en la cara y le dieron puñetazos. Otros le daban cachetadas y decían:
Mateo 26:66-68 (PDT)
—¡Demuéstranos que eres profeta, Mesías, dinos quién te pegó!»
- Su humildad también se demostró en su obediencia al propósito que tenía en la tierra.
«Como hombre, se humilló a sí mismo
Filipenses 2:8 (TLA)
y obedeció a Dios hasta la muerte:
¡murió clavado en una cruz!»
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Real Academia Española. (s.f.). Humildad. En Diccionario de la lengua española. Recuperado en 6 de marzo de 2023, de https://dle.rae.es/humildad