¿Cómo regresar a Dios? La respuesta es sencilla, lo primero es tener un corazón dispuesto.
El regreso a Dios es una decisión que muchos individuos emprendemos en algún momento de nuestras vidas. Si te alejaste, es fácil regresar. El regreso a Dios implica un proceso de arrepentimiento, fe y entrega total a Cristo a través de la fe en Jesucristo y el reconocimiento de Su sacrificio redentor, encuentras el camino de regreso a Dios, experimentando una transformación espiritual profunda y significativa. Es posible el regreso a tu primer amor con la ayuda del Espíritu Santo.
«Si te vuelves a Dios, él te levantará; así alejarás de tu casa la aflicción.»
Job 22:23 RVC
Pasos para regresar a Dios
Reconoce el pecado y arrepiéntete
El primer paso en el regreso a Dios es el reconocimiento del pecado y el arrepentimiento. La Biblia enseña que todos han pecado y están separados de la gloria de Dios (Romanos 3:23). El arrepentimiento genuino implica un cambio de mente y corazón, una voluntad de apartarse del pecado y buscar la reconciliación con Dios a través de Jesucristo. Este proceso de arrepentimiento es fundamental en el camino de regreso a Dios, y solo se logra con la ayuda del Espíritu Santo.
El doctor y pastor Miguel Nuñez explica la importancia del arrepentimiento genuino de la siguiente forma en su más reciente libro Volveos a mí:
«No debemos olvidar que Dios anhela bendecir a Sus hijos, pero el proceso comienza con una actitud de humildad ante Dios y la admisión de nuestra parte de que hemos pecado, nos hemos desviado del camino y necesitamos volver a Dios. La humildad es un requisito para ser bendecido por Dios, porque la actitud opuesta, el orgullo nos lleva a no reconocer nuestro pecado, queriendo mantenerlo en oculto para luego, si es necesario, justificarlo. Y bajo esas condiciones, El se retira de nuestras vidas porque “Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes” Santiago 4:6, NTV»
Miguel Nuñez, pp. 169
Inicia el regreso
Una vez que nos arrepentimos y reconocemos la necesidad de redención, el siguiente paso es poner la fe en Jesucristo como Salvador y Señor, con la certeza de quien empezó la buena obra la perfeccionará. La fe en Jesucristo es el fundamento de la relación restaurada con Dios. La Biblia enseña que «por gracia sois salvos por medio de la fe» (Efesios 2:8), lo que significa que la salvación es un regalo de Dios que se recibe a través de la fe en Jesucristo y su obra redentora en la cruz. No es por tus obras, es por gracia.
Alinea tus prioridades
La entrega total a Cristo es otro aspecto crucial en el regreso a Dios. Jesucristo enseñó que aquellos que deseen seguirlo deben negarse a sí mismos, tomar su cruz y seguirlo (Mateo 16:24). La entrega total implica rendir la vida a Cristo, permitiéndole ser el Señor y Salvador, y comprometiéndose a vivir de acuerdo con sus enseñanzas y mandamientos.
Regresar a Dios desde una perspectiva evangélica también involucra el crecimiento espiritual continuo a través de la oración, el estudio de la Biblia, la comunión con otros creyentes y el servicio en el reino de Dios. Estos elementos son fundamentales para fortalecer la relación con Dios y experimentar un crecimiento espiritual significativo. No te harán salvo, pero sí fortalecerán tu vida.
En resumen, regresar a Dios implica arrepentimiento, fe en Jesucristo como Salvador y Señor, y entrega total a Cristo. Regresar a Dios es tan sencillo como hacer una oración de arrepentimiento genuina, y mantenerte en sus caminos con intencionalidad.
Si deseas saber sobre el tema, te invito a ver la entrevista que le hice al pastor Miguel Nuñez en Energía total, programa estelar de CVCLAVOZ.