Es impresionante ver y escuchar a personas con tremendas capacidades. Muchos de ellos influyen en nosotros de tal manera que admiramos su talento, ya sea en la ejecución de algún instrumento musical o en la destreza de algún deporte.
Son innumerables las habilidades que las personas manifiestan, pero lamentablemente el asombroso talento no es suficiente para hacer frente a las dificultades de la vida. Uno debe tener un carácter firme en tiempos difíciles.
En la Biblia encontramos lo siguiente:
Recuerda cómo el Señor tu Dios te guio por el desierto durante cuarenta años, donde te humilló y te puso a prueba para revelar tu carácter y averiguar si en verdad obedecerías sus mandatos.
Deuteronomio 8:2 (NTV).
Dios dirigió al pueblo de Israel hacia el desierto, un lugar donde no se encuentra alimento ni comodidad. Sólo contaban con la protección, provisión y guía de Dios, que eran suficientes para salir en victoria de ese lugar. Sin embargo, el pueblo falló, fueron rebeldes a los mandatos de Dios. Manifestaron un carácter débil, dejándose llevar por la circunstancia al punto de renegar en contra del Señor.
En algunas ocasiones, ¿no reaccionamos de la misma manera?
Probablemente sí. ¿Cuántos desiertos hemos pasado en nuestra vida? Es posible que ahora mismo estemos atravesando ese lugar donde solamente podemos contar con Dios. Ese territorio que el Señor utiliza para revelar nuestro carácter, perfeccionarlo y afirmarlo. Pero debemos tener presente que nuestro Padre está junto a nosotros para brindarnos su protección, provisión y dirección.
Dios sólo demanda obediencia, así que a pesar de todo lo que estés atravesando atrévete a mantenerte fiel a Dios y a su Palabra. De esa manera, es que podemos pasar el desierto y llegar a disfrutar del refrigerio que nuestro Padre nos está preparando.
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.