Existe una misión suprema que se nos ha encomendado, tenemos un motivo especial para pescar.
Diferentes pescas
Una maestra de escuela dominical estaba enseñando a sus alumnos la historia de Andrés y Simón Pedro, y para ilustrar mejor la actitud de Andrés, que buscó a su hermano y le habló de Cristo, preguntó a los niños:
- ¿Quiénes pescan hombres hoy en día?
- La policía – respondió rápidamente un niño.
La maestra observó rápidamente la diferencia entre los funcionarios de la ley y los ganadores de almas diciendo:
- Los policías pescan hombres para llevarlos ante un juez, pero los ganadores de almas pescan pecadores para llevarlos ante su Salvador.
Una misión suprema
Muchas veces olvidamos que tenemos una misión mayor que debe mover nuestras vidas y es llevar a los pecadores ante su Salvador.
Nuestra misión no es juzgar a la gente ni condenarla, se nos ha encargado que seamos pescadores de almas para que puedan ser salvas.
Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!». Y enseguida dejaron las redes y lo siguieron.
Mateo 4:19,20 (NTV)
El mismo llamado de Jesús a sus discípulos lo hace a nosotros.
Dejaron todo
Cuando Jesús le dijo: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!» ninguno dudó, por el contrario, dice que “Y enseguida dejaron las redes y lo siguieron”.
Hoy en día hay muchas formas de compartir el mensaje de salvación, contamos con más tecnología y recursos que nunca.
Prepárate, estudia las Escrituras y pídele a Dios que te dé sabiduría para poder hablar con las personas en el tiempo oportuno y con las palabras precisas.
Incluso puedes aprovechar estas fechas y en honor al nacimiento de Jesús cumplir con el llamado que nos hizo.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.