En la actualidad los matrimonios son prácticamente desechables, porque “no duran”; después de poco tiempo de casados, muchas parejas deciden separarse por no poder resolver los problemas, sin importar las promesas realizadas en el altar. Otros, a pesar de permanecer en unión conyugal mucho tiempo, viven en constantes peleas y discusiones que puede hacerles pensar que la mejor salida es separarse.
En esta oportunidad me gustaría compartir contigo la historia de un matrimonio y la forma en la que resolvían sus conflictos, motivo por el cual recibieron un regalo del cielo: “Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, cierto sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías, que tenía por mujer una de las hijas de Aarón que se llamaba Elisabet. Ambos eran justos delante de Dios, y se conducían intachablemente en todos los mandamientos y preceptos del Señor. No tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad avanzada.
Pero aconteció que mientras Zacarías ejercía su ministerio sacerdotal delante de Dios según el orden indicado a su grupo, conforme a la costumbre del sacerdocio, fue escogido por sorteo para entrar al templo del Señor y quemar incienso. Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora de la ofrenda de incienso. Y se le apareció un ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de él. Pero el ángel le dijo: No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento.
Lucas 1:5-14 (LBLA).
Este matrimonio presentaba un conflicto serio: no podían tener hijos; pero no se la pasaban peleando o criticándose por este motivo, como sucede en algunos matrimonios, sino que me gustaría resaltar tres características fundamentales por las que en su tiempo recibieron un milagro del cielo. Primero, es la forma en que el Señor se expresa de ellos: “Ambos eran justos delante de Dios y se conducían intachablemente en todos los mandamientos y preceptos del Señor” Era una pareja que buscaba hacer lo correcto, siendo obedientes a la Palabra de Dios en todo momento de su vida.
“En el camino de Dios es donde conocerás sus milagros”
En segundo lugar, recibieron un milagro en pleno servicio a Dios; el momento en el que un ángel se apareció a Zacarías fue cuando estaba sirviendo en el templo, lo que muestra que era un hombre entregado y dedicado al Señor.
Por último, el ángel le dice: “Tu petición ha sido oída”. El deseo de tener un hijo seguramente estaba en el corazón de esta pareja desde hacía mucho tiempo, pero ellos no peleaban por esta situación o lloraban en su habitación, sino que oraban a Dios por este anhelo; en su tiempo entregaron esta aflicción al Señor y recibieron la respuesta.
¿Cuál es el conflicto en tu matrimonio o en tu vida personal? No tienes que seguir discutiendo con tu pareja por los problemas que tienen, y que tal vez no pueden resolver, lo mejor es que tomen la decisión de poner en primer lugar a Dios porque en su camino es donde verán sus maravillas; por tanto, deja de seguir buscando otras soluciones y ponte de rodillas, entrégale tu aflicción, tu vida y matrimonio, no olvides que Él quiere ayudarte.
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.