Tenemos curiosidad innata. Fuimos creados para ser curiosos y debemos alegrarnos de ello. La curiosidad es un genuino deseo de aprender y nos motiva a buscar nueva información, nos motiva y contribuye con el pensamiento y la toma de decisiones más acertadas.
Quienes somos curiosos aprendemos mejor y más rápido y nos va mejor a lo largo de la vida. La curiosidad mejora nuestra memoria y el desarrollo de nuestro cerebro.
Hoy traigo esto a colación porque leí la siguiente porción de Escritura donde dice que los ángeles observan con expectación. Por ello digo que los ángeles tienen curiosidad.
Se les dijo que los mensajes que habían recibido no eran para ellos sino para ustedes. Y ahora esta Buena Noticia les fue anunciada a ustedes por medio de aquellos que la predicaron con el poder del Espíritu Santo, enviado del cielo. Todo es tan maravilloso que aun los ángeles observan con gran expectación cómo suceden estas cosas.
1 Pedro 1:12 (NTV)
Debidamente dirigida, la curiosidad nos puede ayudar a ser mejores cristianos, ya que leemos la Biblia, pero con curiosidad, la estudiamos. Nos enfocamos en cada detalle y podemos comparar las historias y sacar conclusiones acertadas. Nos podemos acercar más a Dios porque nos empeñaremos en conocerlo mejor.
Algunos pueden creer que la Biblia se opone a la curiosidad, porque fue lo que se siente que arruinó la relación de Eva con Dios. Pero vemos en la Biblia que la curiosidad de Moisés lo acercó a la zarza ardiente y su curiosidad lo acercó más a Dios.
Sí, es cierto que la curiosidad nos puede conducir al bien o al mal, pero es un recurso importante, un don maravilloso que Dios nos dio y debemos aprender a usarlo y manejarlo, de la misma manera que aprendemos a controlar nuestros impulsos.
El Espíritu Santo nos puede guiar la curiosidad
Si leemos la Biblia detallada y analíticamente, aprenderemos mucho más. Retendremos más información y mucho más si pedimos al Espíritu Santo que nos guíe y nos despierte la curiosidad por las cosas de Dios. Buscamos la Palabra como curiosos cristianos que deseamos conocer más de Dios.
Es una buena manera de acercarnos más a Dios y conocer tan apasionadamente el contenido que hay en la Biblia. Leyendo la Biblia buscando primero al Espíritu Santo creceremos más a nivel espiritual, porque nos guiará y nos ayudará a entenderla.
Hacernos preguntas y buscar las respuestas, evaluar la información que conseguimos, no solo nos ayuda a aprender y crecer, también nos fortalece para estar en contra de cualquier falsedad y estar más firmes en nuestra fe. Seamos curiosos al estudiar la Biblia y busquemos tener una relación más profunda con Dios. Los discípulos también fueron muy curiosos. No tiene nada de malo serlo.
Más tarde, Jesús se sentó en el monte de los Olivos. Sus discípulos se le acercaron en privado y le dijeron: —Dinos, ¿cuándo sucederá todo eso? ¿Qué señal marcará tu regreso y el fin del mundo?
Mateo 24:3 (NTV)
Oración del día
Padre Amado, gracias por darme curiosidad. Te pido de corazón que Tu Espíritu Santo siempre me guíe para no dejarme llevar por la curiosidad que sea malsana. Que tenga yo curiosidad cada día más por aprender de Ti, cosa que me acerque más a Ti y pueda yo tener una relación más fuerte contigo. Bendito Dios, gracias porque sé que me vas a responder esta oración y me vas a ayudar a dirigir mi curiosidad y a saber cada día más de Ti. Te doy gracias por esto y por Tu gran amor, ese inigualable amor que me das por gracia, y digo amén.
Aplicación
¿En qué ocasiones has sentido que la curiosidad te metió en problemas?