Por nuestra condición heredada, estamos en una lucha constante con nosotros mismos. Es la realidad. Por eso necesitamos desarrollar el autodominio, tomar las riendas de nuestros impulsos, ímpetus, decisiones, deseos, de nuestra carnalidad. Eso solo lo podemos lograr con la ayuda de Dios
Tener una relación fuerte y constante con Jesús es la manera cómo podemos desarrollar el autodominio. Tener control propio es esencial para poder acercarnos a la imagen que Dios quiere de nosotros; una imagen que refleje cada día más a Jesús. Dedicar tiempo a diario con Él es la manera de lograrlo.
Una persona sin control propio es como una ciudad con las murallas destruidas.
Proverbios 25:28 (NTV)
Nos desarrollamos de acuerdo con lo que nos rodeamos
Todo lo que nos rodea a diario influye en nosotros: las personas con las que compartimos, los programas que vemos, los libros que leemos. Por eso, es necesario pasar cada vez más de nuestro tiempo estudiando las Escrituras, orando para conectarnos con Dios y así tener Su influencia.
En la medida que pasemos más tiempo con Él y compartamos más cosas con nuestro Dios, estaremos siendo moldeados a Su imagen, nos indicará más claramente nuestro propósito y estaremos más seguros de los mensajes que son de Dios, como sea que nos lleguen.
Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. El Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen.
2 Corintios 3:18 (NTV)
Podemos reflejar a todos la imagen de Jesús en la medida en que ejercemos el autodominio y acudimos a Él a diario para dejarnos modelar y convertirnos en esa obra maestra que Él quiere hacer de nosotros. Tener control propio es lo que logramos con tesón, madurez, dedicación diaria de tiempo a Dios y constancia en la oración.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.