Para algunas personas el dar gracias por los alimentos o el agradecer en sus oraciones es parte de un esquema que siguen pero, ¿están realmente agradecidos o solamente es una costumbre?
¿Realmente agradecido?
Un padre pidió la bendición para el desayuno como lo hacía todos los días, dando gracias a Dios por los alimentos que tenía delante, e inmediatamente después de decir amén reasumió sus hábitos de quejarse de todo, incluyendo la misma comida.
Su hijita lo escuchó con una atención desacostumbrada y se atrevió a interrumpirlo diciendo:
- Papá, ¿crees que Dios oyó lo que decías hace pocos momentos?
- Claro- respondió el padre confiadamente.
- Y, ¿oyó también lo que acabas de decir acerca del tocino y del café?
- Claro que sí -respondió el padre.
- Entonces papá, ¿cuál de las dos cosas ha creído Dios?
Que no sea una costumbre
El agradecer a Dios por los alimentos o el acercarnos a Él en oración no debe ser solamente una costumbre, sino que debe nacer de nuestro corazón.
Y es que el agradecimiento va más allá de solamente decirle “gracias” a Dios, sino que se manifiesta en todos los ámbitos de nuestra vida. Es por eso que nuestras oraciones y acciones deben tener coherencia y no deben ser de unos minutos al día, sino que nuestro diario vivir debe reflejar lo que decimos.
Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Colosenses 3:17 (RVR1960).
Que tus hechos también reflejen el agradecimiento que tienes hacia Dios por sus múltiples bendiciones, que no sean solamente palabras o una costumbre más, hazlo de corazón.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.