Cada milagro de Jesús lo podemos tomar como una invitación a la fiesta de lo que será la eternidad. Celebraremos viendo todas las maravillas de Dios, Su grandeza, Su amor y todo lo que ha hecho y puede hacer, ¿no te emociona?
Todos los que creemos en Él estamos invitados a esa fiesta, quienes hemos decidido hacernos seguidores de Jesús. Todos quienes nos esforzamos por complacer a Dios, los que sabemos que todo lo que hacemos es para Él.
Fueron muchos los milagros que hizo Jesús y lo maravilloso es cuando recibimos noticias que confirman que sigue haciéndolos. Él sigue sanando milagrosamente, rescatando a personas de sus abismos y liberándolos de las cadenas de este mundo.
Entonces puso a un niño pequeño en medio de ellos. Y, tomándolo en sus brazos, les dijo: «Todo el que recibe de mi parte a un niño pequeño como este me recibe a mí, y todo el que me recibe, no solo me recibe a mí, sino también a mi Padre, quien me envió».
Marcos 9:37 (NTV)
Hemos sabido que se le ha aparecido en sueños a musulmanes que han mostrado interés en saber de él. ¡Y ellos lo han recibido en sus corazones! Sí, se han hecho cristianos. Y no necesitamos tener todas las respuestas acerca de por qué a algunos sí y a otros no.
Es una invitación a disfrutar de Su soberanía
La soberanía de Dios jamás la debemos cuestionar porque habrá factores que no entendemos, por los cuales a algunas personas las sana y a otras no, aunque oremos hasta el cansancio. ¿Por qué? Porque la oración no es algo que domine a Dios. Es Su potestad responder o no.
Todos los hombres de la tierra no son nada comparados con él. Él hace lo que quiere entre los ángeles del cielo y entre la gente de la tierra. Nadie puede detenerlo ni decirle: “¿Por qué haces estas cosas?”.
Daniel 4:35 (NTV)
Por tanto, no dejemos de orar ni de esperar Sus milagros. No perdamos nunca la esperanza. Dios sigue siendo Dios, el Todo Poderoso, el Omnisciente y Omnipresente Dios. Y sabemos que Su poder es mayor que cualquiera sobre la tierra.
Por tanto, confiemos totalmente en Él, jamás olvidemos cuánto nos ama y aceptemos la invitación. Recuerda que es Su invitación a degustar las maravillas que veremos, presenciaremos, sentiremos en la eternidad a Su lado. Estemos atentos siempre a ver Sus milagros.
Oración del día
Señor de los Cielos, mi Padre Amado Jehová, te doy gracias por tanto amor y bondad. Tú eres maravilloso mi Dios. Hemos sabido de los milagros que nos dejaste saber que hiciste. Que pueda yo tomarlos como una invitación a degustar Tus maravillas en la eternidad. Te pido perdón si alguna vez cuestioné porque no hiciste algo que te pedimos o que queríamos que hicieras. Que nunca olvide yo que Tú eres Soberano y que no tengo derecho a cuestionarte Padre. Gracias por Tu amor, por Tu perdón, Tu misericordia y Tus planes de bien para nosotros. En el nombre de Cristo, Jesús, Amén.
Aplicación
¿Nos puedes contar sobre alguna ocasión en la que te han acorralado no creyentes, preguntando por qué Dios permite ciertas cosas que les parecen injustas?¿Cuál ha sido tu respuesta?