Nadie está exento de problemas en la vida, todo puede pasar en cualquier instante. Esto sin duda puede generar una gran interrogante acerca de nuestra seguridad, pero ¿qué podemos hacer ante esto? Ya no vivamos más en incertidumbre y confiemos en Dios.
Ánclate en un puerto seguro y ya no vivas más en incertidumbre
Quizás hoy estés en una tormenta, con olas muy grandes que te golpean y no sabes qué pasará el día de mañana; así la incertidumbre puede ganar espacio y llevarnos a vivir en temor antes que en fe.
Cuando Jesús y sus discípulos estaban en una barca en medio de una tormenta, el Señor les dijo que no temieran porque Él estaba presente. Luego a una sola voz, hizo que todo se calmase. Ese mismo poder hoy en día es manifestado en milagros y grandes proezas.
Nada es mayor que Dios y su poder sobrepasa toda dificultad, pero debemos tener fe en ello, porque así el Señor obrará.
Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; Con cánticos de liberación me rodearás.
Salmos 32:7 (RVR 1960)
Aunque temas ríndete a Dios y no a los problemas
Nada ganamos rindiéndonos a los problemas y a la incertidumbre , es mejor rendirse al Señor y buscarlo de todo corazón y en cualquier situación de la vida.
De parte de Dios no solo recibiremos su mano para levantarnos, cuidarnos y guardarnos sino también hará milagros para que seamos de testimonio de su poder hacia los demás.
Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes.
Salmos 27:13 (RVR 1960)
Cambiemos la incertidumbre por la firme certeza de que Dios vela por cada uno de nosotros y que toda situación esta en su control si nos encomendamos en oración y creemos sus promesas.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.